Torre de Landa o Torre de Albillos

Si estás de paso por la provincia de Burgos en busca de un alojamiento particular, a las afueras del poblado de Albillos lo podréis encontrar. Se trata de la Torre de Landa, también conocida como Torre de Albillos, una antigua edificación medieval que fue convertida en hostal. 

Su construcción inició durante el siglo XIV, desde entonces fue hogar de múltiples familias y propiedad de notables burgaleses.

En la actualidad, se encuentra en un muy buen estado de conservación, debido a las reformas y las adaptaciones. No obstante, todavía preserva parte de su esencia y encanto medieval.

Historia de la Torre de Albillos

Se cree que en el pasado pudo haber existido una torre o castro primitivo que fue el predecesor de la Torre de Landa. Esta conclusión parte de un documento del año 994 donde se hace referencia a una donación del abad de Cardeña.

No obstante, la villa de Albillos no es relevante hasta el S.XI, momento en que empezó a ganar prestigio por su cercanía al río Ausines. En cuanto a la torre, esta puede fecharse para finales del siglo XIV. La primera mención que existe sobre esta es de 1398, donde se expone a Juan Fernández de Rio-Cabia como alcaide de la Torre de Albillos.

Aunque pequeña, la localidad de Albillos tuvo presencia para con el resto de la provincia de Burgos. Durante el siglo XIV, formó parte del Señorío de Pedro Suárez, repostero mayor de Pedro I de Castilla (El cruel). Sin embargo, este no ejercía labores de repostería, al contrario, se encargaba de custodiar algunas de las pertenencias del monarca.

Con la llegada del siglo XV, en pleno reinado de los Reyes Católicos, la Torre de Landa pasó a ser posesión de la familia burgalesa Cartagena. Poco después la propiedad fue vendida al obispo burgalés Luis de Acuña, quien fundó el mayorazgo de la villa, en 1494.

El obispo tuvo la iniciativa a favor de su hijo D. Diego Álvarez Osorio y su hermano Antonio. Tiempo después, este último se convirtió en el popular obispo comunero de Zamora. Una vez consolidado, el linaje mantuvo la torre en su poder hasta finales del siglo XVI.

Más tarde la torre pasó a manos de la casa del Duque de Abrantes. Sin embargo, a falta de sucesión, terminó siendo propiedad de los condes de Aguilar de Inestrillas, hasta acabar entre las pertenencias del ducado de Abrantes.

La Torre de Landa en la actualidad

Con la llegada del siglo XX, a mediados de los 60 la Torre de albillos se transformó en propiedad privada tras una minuciosa reconstrucción. Gracias a esto, su estado de conservación mejoró notablemente, no obstante, algunos piensan que las modificaciones son excesivas.

No obstante, un par de años antes la torre ya figuraba como parte del Patrimonio Histórico Español, luego de ser declarada Monumento Nacional, en 1949.

Actualmente, la estructura de la Torre de Landa se emplea como hotel, por tanto, está abierta al público y puede visitarse libremente en el exterior. Si os apetece ver sus instalaciones por dentro, tenéis que pagar el alojamiento.

Reforma de la Torre de Landa

La reconstrucción de la torre tuvo lugar en 1964 cuando Jesús de Landa la adquirió como propiedad; de allí la procedencia de su nombre. Posteriormente, la antigua Torre de Albillos fue desmontada y trasladada a las afueras de Burgos a su emplazamiento actual para iniciar la remodelación.

Pasado un tiempo la torre adquirió el aspecto que podéis apreciar el día de hoy, además de transformarse en la pieza central del Hostal Landa. Por si fuera poco, la inauguración del hostal se llevó a cabo unos años más tarde por el rey Juan Carlos I de España.

Estructura de Torre de Landa

Dadas las características de su estructura recuerda vagamente a las antiguas torres señoriales, aunque con toques modernos. Asimismo, esta torre comprende un macizo cuadrado construido con muros reforzados con sillares. Estos se abren con vanos abundantes, unos antiguos y otros ampliados para adaptarse a las necesidades actuales del hostal.

Presenta algunos detalles y huecos en los muros, cuya función era permitir el paso de la luz y usarse como ventilación. Conjuntamente, este es otro de los rasgos que se preservó para recordar la antigua naturaleza defensiva de la torre de Albillos.

Entre otros detalles por destacar sobre la torre de Landa, a simple vista podréis identificar algunos arcos de medio punto, saeteras y, también, las típicas ventanas ajimezadas.

También hay presencia de almenas apoyadas en arcos ciegos que se atribuyen a la tradición románica. Al presente, este es otro de los elementos ornamentales que se asoma apenas por la vertical de los grandes muros de la torre.

Justo al centro de cada lienzo de la estructura también cuenta con balcones amatacanados, los cuales están flanqueados por saeteras.

Con respecto a la puerta de la torre de Landa, ésta se sitúa en la fachada noreste, enmarcada entre dos pilastras con un escudo emblemático.

Cabe destacar que toda la estructura se anexó al resto de las dependencias del Hostal de Landa. Casi todo el recinto presenta una arquitectura similar, mezclando las corrientes antiguas y contemporáneas para crear un espacio armónico.