Como bien sabéis la provincia leonesa es el hogar de muchos de los castillos medievales más majestuosos y antiguos de todo el territorio español. Tal es el caso del Castillo de los Templarios en Ponferrada, o simplemente Castillo de Ponferrada.
Se trata de un complejo que comprende elementos defensivos y construcciones palaciegas, emplazadas en la cima de una colina entre los ríos Boeza y Sil.
Desde sus inicios, este baluarte fue testigo de incontables acontecimientos históricos a manos de sus numerosos e importantes propietarios. Asimismo, recibe su nombre gracias a sus primeros ocupantes, los caballeros templarios, quienes mantuvieron a salvo la villa de Ponferrada durante largos años.
Además de figurar como una comunidad templaria por excelencia, actualmente, Ponferrada es considerada una villa de gran valor histórico y sociocultural.
De hecho, vais a estar complacidos al saber que en esta fortaleza se desarrollan algunos de los eventos más importantes de la localidad. Por si fuera poco, el castillo alberga en su interior variedad de exposiciones que pueden ser visitadas durante todo el año.
Si os apetece vivir una experiencia medieval al mejor estilo de los templarios, el Castillo de Ponferrada es vuestra mejor opción.
Historia del Castillo de Ponferrada
A razón de la extensa documentación que existe sobre esta fortaleza, la misma se puede dividir en cuatro grandes etapas que os explicaremos a continuación.
La llegada de los Templarios y el Castillo viejo
Se especula que la fortaleza fue erigida a partir de un castro de origen celta que ocupó parte del terreno inicial. Pese a ello, la construcción del castillo de los Templarios en Ponferrada partió de influencias netamente romanas.
Es así como a finales del siglo XII, en 1178, el rey Fernando II de León permitió el establecimiento de los Templarios en Ponferrada. Sucesivamente, hacia el año 1178, el rey cede la jurisdicción de la villa en función de acceder a su repoblación.
La iniciativa de ocupar el territorio tuvo como propósito el que los Templarios protegieran el Camino de Santiago del ataque e invasión de los musulmanes. Más tarde, la villa pasó a formar parte de la Orden del Temple. Dicha ordenanza tenía bajo su poder una red de 870 fortalezas e importantes riquezas delegadas a los caballeros cristianos.
Durante el reinado de Fernando IV, ocurre un conflicto a manos de la corona que culminó en la disolución de la orden en 1312. Pese al interés que confirió dicha orden a los Templarios, este suceso tuvo lugar para evitar que fuesen confiscadas las tierras de la Ponferrada.
Luego de las disputas iniciales, en 1340, Alfonso XI decide donar Ponferrada a su mayordomo, Pedro Fernández de Castro. A este se le atribuye la construcción del denominado Castillo Viejo de Ponferrada. De esta forma, hasta 1374 el castillo y la villa permanecieron bajo la sombra de la rama gallega de los Castro.
Una época de reformas
Tras largos periodos de disputas y sucesiones, el señorío de Ponferrada retorna a manos de la Corona. Posteriormente, los derechos fueron transferidos al Duque de Arjona, quien ordenó la construcción de una nueva torre en el castillo.
Para el año 1440, Ponferrada conoció a uno de sus propietarios más ilustres, el primer conde de Lemos, Pedro Álvarez de Osorio. Asimismo, en función de su poderío se realizaron importantes reformas en torno a la fortaleza. Conjuntamente, en el siglo XV se llevó a cabo la construcción del Palacio Nuevo con tintes renacentistas.
La intervención de los Reyes Católicos
Luego de un período de calma, el castillo es víctima de nuevos conflictos que culminan debido a una intervención por parte de los Reyes Católicos. A partir de ella, los problemas vinculados a la herencia de Ponferrada son solventados gracias al gobierno de un corregidor seleccionado por la corona.
El primero de ellos fue Juan Torres, a quien se le atribuyen más ampliaciones realizadas en el Castillo Viejo. Del mismo modo, la sucesión por medio de corregidores continuó durante los siglos XVII y XVIII.
No obstante, en 1507, el castillo sufre una emboscada practicada por el entonces Conde de Lemos. Pese a sus intentos por tomar posesión de la fortaleza, meses más tarde el noble perdió el poderío al ser abandonado por sus aliados.
El Castillo de la Ponferrada en tiempos modernos
A partir de 1850, la fortaleza experimentó un fuerte declive. Este período de desinterés fue acentuado gracias al Ayuntamiento de Ponferrada que vendió las piedras de los muros del castillo para construir obras públicas.
Sin embargo, para el año 1908, las cosas mejoran gracias a la intervención del Rey Alfonso XIII, quien declara a Ponferrada como ciudad. Este acontecimiento resultó en el despegue económico de la villa que, simultáneamente, benefició al castillo.
Dos décadas más tarde, la fortaleza obtuvo el título de Monumento Nacional y, con ello, se evitó que su estructura resultase afectada. No obstante, después de este acontecimiento no fue practicada ninguna obra de protección o mantenimiento al recinto.
Debido al abandono progresivo, en 1994 la fortaleza se mantuvo cerrada al público por un riesgo de hundimiento. Es así como surgió la iniciativa de devolver la vida al castillo, y el ayuntamiento accedió a la recuperación de los espacios más deteriorados.
Dichas obras de restauración se realizaron bajo la dirección del arquitecto Fernando Cobos Guerra, quien siguió la planimetría original para preservar su naturaleza medieval.
Arquitectura
En términos generales, se trata de un castillo construido a base de mampostería de piedra con un estilo arquitectónico de tintes gótico-renacentistas.
No obstante, cómo os habéis dado cuenta, el castillo de los Templarios en Ponferrada a lo largo de los años sufrió variedad de modificaciones. Además de ello, sus incontables propietarios plasmaron su huella dando al castillo un carácter único a razón de numerosas edificaciones adjuntas a su forma original.
A grandes rasgos, el recinto consta de una planta con forma poligonal irregular, conformado por dos partes que corresponden a distintas fases constructivas. En este sentido, destaca la parte norte, construida durante el siglo XII, y la otra sección edificada a lo largo del siglo XV. También destacan en el complejo ciertas construcciones erigidas en torno a los siglos XIX y XX.
Algunas de las obras que alberga en su interior, como la barbacana, deben su origen a los templarios. Conjuntamente, otros elementos ligados a los inicios del castillo se presumen tienen sus raíces en una época prerromana.
De igual forma, también destacan las murallas y rondas que delimitan el perímetro original de la fortaleza. Estas se construyeron alrededor del siglo XII, antes de la llegada de los templarios al lugar. En total se cuentan tres rondas que reciben los nombres de: Ronda del Sil, Ronda Alta y Ronda Baja.
Por otra parte, se encuentran cinco grandes torres defensivas unidas por una muralla fortificada, ambas construidas en los tiempos del conde de Lemos. Estas son:
- Torre de Moclín. Esta icónica torre alberga en su interior una interesante exposición que trata sobre la vida en los castillos durante la época medieval.
- Torre de los Caracoles.
- Cabrera.
- Torre del Malvecino.
- Torre de Malpica.
Interior del Castillo de Ponferrada
Si os adentráis en la nueva sección del Castillo de Templarios de Ponferrada, descubriréis algunos de los tesoros más valiosos que resguardan la fortaleza.
El primero de estos es el Templum Libri, ubicado en la planta superior de la Sala Rica del Palacio nuevo.
Se trata de una exposición de libros antiguos que recoge algunos de los ejemplares más hermosos y significativos de la historia. También, comprende colecciones privadas que durante años permanecieron ocultas en monasterios y museos.
Esta área se encuentra abierta desde el 2010 y es una de las más importantes de su tipo. Asimismo, está constituida por dos salas, cada una destinada a un género:
- Primera sala: reservada para los códices y manuscritos en materia religiosa.
- Segunda sala: atesora ejemplares vinculados a las Ciencias y Humanidades. Además, comprende una serie de libros impresos ilustrados por grandes artistas como Dalí y Picasso.
Hoy en día, la antigua Sala de los Azulejos se transformó en lo que se conoce como la Biblioteca Templaria. Esta estancia recoge variedad de obras que fueron donadas al Ayuntamiento de Ponferrada por Antonio Ovalle García. En realidad, se trata de una colección complementaria de los libros expuestos en el Templum Libri.
Por otra parte, en la Sala de los Azulejos también es el hogar del Centro de Estudios Históricos de la comunidad de Ponferrada.
Interior del Castillo Viejo
Es una de las partes más importantes del complejo, se edificó en torno a los siglos XIV-XV, después de la llegada de los templarios. Este espacio comprende las dependencias más antiguas del castillo, entre las cuales tenemos:
- Torre del Homenaje Viejo. Terminada alrededor del año 1340, actualmente se encuentra en estado ruinoso.
- Torre del Duque de Arjona o Cubo Viejo. Corresponde al siglo XIV.
- Torre del Homenaje Nuevo o Cubo Nuevo. Culminada durante el siglo XV.
- Torre de los Reyes Católicos. Pese a ser la última, se encuentra adosada a la primera y se construyó en el siglo XVI.
Interior del Palacio Nuevo
El denominado Palacio nuevo, es una obra constituida por las dependencias que sirvieron de residencia al conde de Lemos y a sus esposas. Así como indicamos con anterioridad esta área del castillo se construyó en el siglo XV y consta de cuatro mil metros cuadrados de superficie.
Entre las zonas que la conforman, sobresale el Cuarto Viejo, erigido sobre las ruinas de las viejas estructuras de los templarios. Desde el exterior se puede apreciar las áreas donde se hallaban el Cenador Alto, el Mirador y la Sala de los Azulejos.
Asimismo, presenta un patio en forma de “u”, desde el cual se alza el recinto palaciego. Hasta la fecha, en este patio se realiza una ceremonia llamada la Noche Templaria, que consiste en la imposición de nuevos caballeros templarios.
A la izquierda del patio, hallaréis la designada Sala de Hombres Buenos o Sala de la Chimenea, ubicada en la planta inferior. Seguidamente, os vais a topar con la antigua Sala Rica, comprendía la estancia más lujosa del palacio. Sin embargo, actualmente sólo quedan vestigios de esta.
Si continuáis el recorrido, a la derecha del patio os vais a encontrar con la bodega, que cumplió el papel de antigua capilla templaria. Posteriormente, se accede a la Sala de Armas; una planta superior que fue recientemente rehabilitada para servir como sala de congresos.
Castillo de Ponferrada: visitas, horarios y precios
Seguidamente os dejaremos los horarios en los que podéis visitar el Castillo de los Templarios en Ponferrada. También, aclaremos todas vuestras dudas sobre las tarifas de las entradas.
Es importante recordar que, para atender a las instalaciones del castillo, todos los visitantes deben cumplir con las normas de seguridad e higiene reglamentadas.
Horarios
- El castillo mantiene abiertas sus puertas los martes a domingo de 10:00 – 14:00 h. y de 16:30 – 20:30 h.
En cuanto a los horarios especiales, el Castillo de Templarios en Ponferrada modifica los horarios de acuerdo con las festividades y ceremonias especiales. Asimismo, cualquier cambio vinculado a dichas celebraciones es publicado con atención.
Si deseáis saber más sobre estos horarios especiales podéis consultarlos directamente accediendo a la página oficial del castillo.
O también llamando al teléfono: 987 402 244
Tarifas aplicables
- Entrada General – 6 €
- Entrada Bonificada – 4 €
- Gratuita
El coste de las entradas bonificadas sólo se realizará en los siguientes casos:
- Para los titulares del carnet de estudiante, de credencial de peregrino, tarjeta de desempleo y tarjeta de jubilado; siempre y cuando estén en vigor.
- Grupos relativos a asociaciones o entidades que comprendan un número superior a 15 personas.
La tarifa gratuita será aplicada únicamente en los siguientes casos:
- Todos los miércoles del año la entrada al castillo no tendrá coste alguno.
- Para las personas que posean una tarjeta de ciudadanía de Ponferrada y visiten la fortaleza los domingos.
- Jóvenes menores de 14 años.
- Personas con alguna discapacidad física
- Miembros pertenecientes a la Agrupación de Protección Civil de Ponferrada.
- Personal docente y organizaciones escolares.