Continuando nuestro recorrido por Palencia, al norte de la provincia encontramos un edificio medieval sin precedentes que os dejará con ganas de aprender más. Hablamos entonces del Castillo de Aguilar de Campoo, una majestuosa fortificación construida a lo alto de la villa de la cual toma su nombre.
Desde siempre, este castillo ha sido visto por los habitantes y los visitantes de la municipalidad como una joya del territorio palentino. Pese a su estado ruinoso y de los ataques que sufrió a lo largo de la historia, muchos de sus elementos se mantienen en pie.
En comparación a otras fortalezas, quizá os parezca poca cosa, sin embargo, entre los muros de este castillo también se llevaron a cabo grandes eventos. Te invito a seguir leyendo este post para que os enteréis de los secretos tras este imponente fuerte.
Historia del castillo de Aguilar de Campoo
De acuerdo con la documentación histórica, el castillo tuvo su origen a partir de una torre defensiva erigida durante la época de la Reconquista. Asimismo, los primeros testimonios de la aparición de esta fortaleza primitiva datan del siglo XI, alrededor del año 1039.
Luego de una primera etapa constructiva, el castillo de Aguilar de Campoo sufrió una importante serie de reformas entre los siglos XII y XIV.
En 1184, la fortaleza albergó la Junta General del Reino, a la cual asistieron ilustres personajes como los obispos de Castilla y el Consejo Real.
Tras la muerte del rey Alfonso VIII. De Castilla, el señorío de la villa pasó a manos de Fernando II. De Aragón. A los efectos de dicho acontecimiento, Fernando optó por ceder la villa a su esposa, lo cual provocó la furia de Alfonso IX. De león. Esto ocurrió, puesto que, en aquel entonces, Alfonso declaró que tanto el castillo como la villa pertenecían a su madre política.
Para intentar mantener la fortaleza bajo el mando de Fernando, el alcaide Marcos Gutiérrez se encerró en la misma en un acto de heroísmo. Más tarde, Alfonso, estando conmovido por la entrega y la valentía de Marcos, por lo que resolvió devolver el Castillo.
Tiempo después en 1255, Alfonso X. De Castilla otorgó el primer Fuero real, además de la condición de villa realenga.
Con la llegada del siglo XIV, el señorío de Aguilar de Campoo conoció a su próximo dueño, el primer hijo de Alfonso XI. De Castilla. Seis años más tarde, fue propiedad de Don Tello hasta el año 1370, pasando luego como herencia a su primogénito D. Juan Tello, en 1371.
Durante este mismo siglo, el castillo de Aguilar de Campoo también sirvió de prisión para el cardenal Pedro Gómez Barroso.
El Castillo de Aguilar de Campoo en años posteriores
A finales del siglo XV, en 1480, los Reyes Católicos concedieron al segundo conde de Castañeda, D. Juan Manrique la potestad de fundar mayorazgos.
En consecuencia, cuatro años más tarde se crea uno a favor de su primer hijo y heredero predilecto, Garci Fernández Manrique. El mayorazgo incluyó tanto el condado de Castañeda como la villa de Aguilar de Campoo, teniendo el oficio de la Merindad de la localidad.
Posteriormente, el heredero de los Manrique también obtuvo los derechos sobre el marquesado de Aguilar a manos de los reyes católicos. Así, al fallecer en 1506, la villa pasó a ser propiedad de su primogénito, nombrado Luis Fernández Manrique.
Tras largos años de sucesiones y acontecimientos menos relevantes, el castillo de Aguilar de Campoo logró llegar al siglo XX.
No obstante, la era moderna distaba bastante de ser un período tranquilo para la abandonada fortaleza. Al contrario, las instalaciones del castillo se vieron gravemente afectadas durante la Guerra Civil, cuando dos proyectiles impactaron en el cubo noreste.
En la década de los sesenta se iniciaron una serie de obras de restauración para solventar los daños ocasionados al momento del conflicto. Dichas reparaciones también incluyeron la reconstrucción de otras alas del recinto y de la villa de Aguilar de Campoo.
Más tarde, entre 1986 y 1989 se ejecutaron varias excavaciones arqueológicas en torno a la fortaleza. En estas fueron encontrados restos de muros antiguos enterrados y una especie de aljibe que, probablemente, pertenecieron al primer castillo del siglo X.
Estilo
El Castillo de Aguilar de Campoo se describe como un edificio con tintes de arte románico. En un principio el recinto poseyó dos entradas: la primera en el lienzo este y la segunda en el sector noroeste. La puerta del este se alza presenta un típico arco apuntado, no obstante, la última se halla tapiada y en pésimo estado de conservación.
Sobre la entrada principal también todavía se pueden apreciar los escudos de armas de las familias que residieron en la fortaleza en siglos pasados.
Asimismo, todo el conjunto traza una planta trapezoidal, flanqueada con cubos macizos situados en cada una de sus esquinas. Así como otras fortalezas palentinas, los muros que componen el castillo de Aguilar de Campoo fueron construidos a partir de sillería.
Sin embargo, no todos los muros poseen dimensiones iguales, algunos son más gruesos que otros, pese a esto igual se encuentran en ruinas. Actualmente, la parte más afectada es la esquina noroeste del castillo, donde ocurrió un derrumbe que se llevó parte del lienzo norte.
Hacia el extremo norte, aún es posible visualizar restos de la mampostería que pertenecieron a un recinto exterior más pequeño que el castillo original.
Igualmente, en la fachada sur junto se halla un portillo que anteriormente permitía el acceso al recinto exterior. En el presente, los únicos elementos que quedan de dicho recinto son: una pequeña torre y dos lienzos en mal estado.
Visitas al Castillo de Aguilar de Campoo
La ubicación estratégica en la que se emplaza esta fortaleza se considera un privilegio respecto al resto de la villa de Aguilar de Campoo.
En realidad, los habitantes de la localidad certifican que desde lo alto del castillo se tiene una vista magnífica de todo el entorno. Por ello, si sois fanáticos de los castillos y edificios medievales, no os podéis perder una visita al Castillo de Aguilar de Campoo.
Lo bueno de estas visitas es que tendréis la oportunidad de acudir cualquier día del año, dado que es una propiedad de acceso público. Asimismo, llegar es muy fácil, pues existen numerosos senderos situados a los pies del castillo que facilitan el acceso al mismo, ¿os animáis a visitarlo?