Castillo de Caracena: Historia – ¿Cómo llegar?

Siguiendo la ruta de castillos por la provincia de Soria, la siguiente parada es la pequeña población de Caracena. En esta se encuentra una gran fortaleza que de hecho se cataloga como la tercera más grande del territorio soriano. Nos referimos al Castillo de Caracena, un edificio militar que durante años destacó por su enclave privilegiado y su imponente estructura.

Esta antigua fortaleza fue terminada en torno al siglo XV, momento en el cual se ordenó su demolición. No obstante, logró sobrevivir por su influencia y se conservó como propiedad quedando bajo posesión de múltiples eminencias castellanas.

Hoy en día, pese a estar en estado ruinoso, todavía destaca el carácter de sus muros, sembrados en la cima de la colina de la villa.

¿Os interesa saber más sobre la historia del castillo de Caracena en Soria?, entonces, continuad leyendo la información que traemos para vosotros en esta oportunidad.

Historia del Castillo

La situación estratégica de Caracena fue relevante durante la Edad Media, período en que suscitó el avance y consolidación de ciertos reinos hispanos. Dada su importancia para con el territorio, la Comunidad de Villa y Tierra de Caracena fue cabeza de otras veinte aldeas pertenecientes a su alfoz.

En cuanto al castillo, su construcción pudo haber empezado en el siglo X como iniciativa de los cristianos para impedir el paso del ejército árabe. De allí se explica su enclave defensivo sobre la colina que otorga un grado de dominio adicional al fuerte respecto a la población.

Según la documentación, el entonces conde de Castilla ordenó la construcción del castro primitivo alrededor del año 912. Pese a los intentos por mantener la corona al poder, en 981, Almanzor tomó posesión del castillo, fijando su asentamiento militar en Caracena.

Este período de dominio islámico se prolongó durante 80 años hasta que las tropas fueron exiliadas por el ejército del rey Fernando I de León. En aquel entonces, aunque débil, la población recuperó el territorio y el Castillo de Caracena de Soria se reconstruyó.

Tiempo después, en pleno siglo XII, se produjo un conflicto de intereses entre la diócesis de Osma y Soria. Para la fecha, mientras los obispos de ambas sedes se disputaban las tierras de Caracena, se construyó la muralla que recorre la fortaleza.

Tres siglos más tarde, una vez acabada la construcción del castillo, éste fue confiscado por D. Pedro de Acuña. Es a través de este y sus influencias sobre el entonces señor de Caracena, Francisco de Tovar, que se ordena su demolición.

El Castillo de Caracena en años posteriores

No obstante, debido a su participación y especial protagonismo en asuntos político-militares de la región algunos no estuvieron de acuerdo con esta disposición. Es así como la fortaleza de Caracena termina al resguardo de los Reyes Católicos, quienes más tarde lo negociaron junto a su señorío.

Como resultado, el castillo fue adquirido por el sobrino del arzobispo de Toledo, Alfonso Carrillo de Acuña, en 1491. A partir de ese momento, se realizaron importantes obras para recuperar las dependencias de la fortaleza, adaptándolas a los cánones de la época.

No obstante, al poco tiempo de su reivindicación, los nobles perdieron interés en el edificio que, hasta entonces, era usado sólo de manera esporádica. En los últimos tiempos de actividad, logró conservarse hasta el presente, pasando por varios propietarios mediante títulos de compraventas y herencias.

Como la mayoría de los castillos españoles, su estructura sufrió varios altercados para llegar al estado ruinoso que podéis apreciar hoy. Entre ellos están: el uso inadecuado de sus instalaciones y el robo de sus cimientos para ser reutilizados como materiales de construcción.

Asimismo, en las últimas décadas no se ha realizado ninguna obra de restauración al edificio. En consecuencia, muchas de las áreas se encuentran en mal estado e incluso se han notificado algunos derrumbes.

Pese a ello, tanto la villa como la fortaleza siguen figurando como un Bien de Interés Cultural desde su declaración en el año 1949.

Actualmente, el castillo de Caracena es propiedad privada, sin embargo, es visitable y los recorridos por sus instalaciones son completamente gratuitos.

Estilo arquitectónico del Castillo

Si hablamos del diseño, encontraréis que la arquitectura del castillo de Caracena es netamente militar. A grandes rasgos, este castillo presenta las características y la disposición común que podréis ver en los edificios de época medieval.

El conjunto está compuesto por un recinto interior que traza una planta en forma de trapecio, enlazado a cinco cubos de tamaño considerable. Todo el castillo ocupa una extensión de 6.708 metros cuadrados; esto lo sitúa como el tercero más grande de la provincia en términos de superficie.

En el ángulo sur se halla la Torre del Homenaje de estructura robusta y forma prismática. Mientras que, en el lado opuesto, se sitúa una puerta que comunica con el recinto externo que corre por el terreno cerrando el perímetro defensivo.

Alrededor de este se sitúa una segunda muralla paralela dotada con diez torreones que servían como protección extra en caso de un asedio. Aunque muchos de los cubos se encuentran huecos, aún se pueden apreciar los restos de las salas abovedadas y garitones volados en la construcción.

Su sólida estructura alzada en mampostería es su valor más destacado, además de ser la razón de su continuidad a lo largo de los siglos. Otro elemento por destacar que forma parte del complejo y aún se encuentra en buen estado, es el puente medieval situado sobre el río Caracena.

Castillo de Caracena: cómo llegar

Si os acercáis a la población, llegar a la fortaleza os será sumamente sencillo; seguidamente, os explicaremos cómo llegar al castillo de Caracena.

Primero debéis desplazaros hasta la entrada del pueblo, donde se ubica una pequeña explanada que sirve de aparcamiento. Allí podréis dejar el coche para seguir el recorrido a pie; os recomendamos que lo hagáis de esta forma para disfrutar de todo el trayecto.

A continuación, tendréis que caminar hasta la plaza del pueblo, pasando por las callejuelas. Después debéis continuar vuestro ascenso por la calle principal hasta la salida, lugar donde se encuentra la Iglesia de San Pedro.

Al terminar el recorrido por la calle principal, se extiende una rodada por 600 metros en ascenso que conduce directamente al castillo.