Alcázar de Toro: Historia y tiempos modernos

Todos los castillos zamoranos poseen un legado histórico de gran relevancia y, en el caso del Alcázar de Toro, este no es la excepción. Mejor conocido como Alcázar Real de Toro, se trata de un edificio del siglo X que figura como emblema de la comunidad del mismo nombre.

Como es de esperarse, tras sus muros de piedra se consolidaron algunos de los eventos más destacados de la región. Asimismo, tuvo múltiples usos, pasando de residencia señorial, prisión y hasta matadero de la municipalidad. 

No obstante, tras múltiples reformas, el Alcázar de Toro logró soportar la prueba del tiempo, convirtiéndose en una de las gemas de la localidad.

¿Te apetece sumergirte en la interesante historia de este baluarte perteneciente a las pintorescas tierras zamoranas?, entonces, ¡seguid leyendo este fascinante post!

Historia del Alcázar de Toro (Zamora)

La construcción del alcázar se remonta al siglo X, momento en que se aprovechó la elevación del terreno y su situación respecto al río Duero.

Tras la muerte de Alfonso VII de León, la villa de Toro quedó en manos de su tercer hijo Fernando II, consolidando el reino leonés. Más tarde, la fortificación en conjunto con la villa se entregó como dote de matrimonio a D. Berenguela, esposa del sucesor de Fernando, Alfonso IX.

A finales del siglo XIII, alrededor del año 1283 el alcázar obtuvo la forma y la configuración que vemos en el presente. Durante ese año, Sancho IV de Castilla resuelve conceder los derechos de la villa de Toro y su alfoz a su esposa María de Molina.

No obstante, tiempo antes Fernando III de Castilla ya había sido coronado en la fortaleza. En aquel momento, este evento marcó la unión definitiva entre los reinos de Castilla y León.

En pleno siglo XIV, el Alcázar de Toro fue escenario de conflictos y mortandades a manos del entonces rey de Castilla, Pedro I.

Uno de los sucesos más relevantes de esa época tuvo lugar a principios de 1356, cuando la esposa de Alfonso XI ocupó la fortaleza. El acontecimiento ocurrió cuando Pedro el Cruel ordenó a sus escuderos matar a varios nobles, acompañantes de la reina María de Portugal.

Desde el siglo XIV hasta mediados del siglo XV, se practicaron reformas a la estructura de la fortaleza para otorgarle su carácter propio. La última de estas obras la ordenó Enrique IV de Castilla con el propósito de mejorar su función de residencia señorial.

El Alcázar en años posteriores

Tiempo después, en el siglo XV, sirvió de residencia al monarca Juan II de Castilla durante sus períodos de asistencia a las Cortes reales. En este mismo lapso, funcionó como cárcel al séquito de los Delfines de Francia, siendo entonces el último baluarte de Juana Beltraneja.

A finales del mismo siglo, el castillo también tuvo su participación en la guerra de Sucesión Castellana, que dio paso a la Batalla de Toro. Debido a la afluencia de luchas, el alcázar al poco tiempo sufrió de un período de abandono durante el siglo XVI, iniciando así su declive.

El haberse posicionado a favor de Beltraneja en pleno apogeo de los Reyes Católicos fue otro de los factores que aceleró el abandono del castillo. Incluso en los tiempos de Felipe II de España, el Alcázar de Toro fue desmantelado para degradar sus defensas y así evitar una supuesta sublevación.

El Alcázar de Toro en tiempos modernos

A principios del siglo XIX, la estructura del alcázar todavía conservaba dos crujías destinadas a los tiempos en que se usó como matadero municipal. No obstante, estas las demolieron para realizar los ajustes que más tarde dieron paso a una cárcel improvisada perteneciente al partido judicial.

Con la llegada del siglo XX, específicamente en 1931, todo el complejo amurallado se declaró Monumento Histórico Artístico. Sin embargo, a mediados del mismo siglo, la fortaleza se hallaba en un estado deplorable, puesto que se utilizó como almacén de pólvora y matadero.

Para el año 2015, el Ayuntamiento de Toro intervino en el monumento realizando obras de conservación a los restos del alcázar. Gracias a dichas labores, aún se pueden apreciar parte de los muros y elementos arquitectónicos originales de la antigua edificación.

Luego, en 2016 las obras de intervención finalizaron con el acondicionamiento de un centro de interpretación para la villa de Toro. Además, cuenta con una sala doble donde se realizan exposiciones y una estancia que fue cedida a la Fundación Las Edades del Hombre.

En el presente, el Alcázar de Toro es visitable y alberga parte de la nueva oficina municipal de Turismo.  

Estructura

En términos de estructura, se trata de una fortaleza que tuvo gran importancia estratégico-militar durante la época medieval. Su construcción emplazada sobre una terraza al margen derecho del río Duero, durante años, agregó valor al complejo.

De la primera fase constructiva que constituye parte del primitivo recinto amurallado correspondiente al siglo X, hoy en día sólo quedan los muros exteriores.

En el presente, el alcázar traza una planta romboidal, rodeada de un foso poco profundo. También consta de siete cubos macizos situados en cada una de sus esquinas y la cara central de cada lienzo, erigidos a partir de mampostería.

Los muros también se construyeron aplicando la misma técnica, con relleno de argamasa de cal y canto rodado. Estos poseen una anchura aproximada de dos metros; anteriormente eran más altos.

De los cubos, destacan tres: uno con planta heptagonal y otros dos pentagonales. La Torre del Homenaje del recinto fue derribada el siglo pasado para utilizar las dependencias restantes como prisión.

Hacia el lado sur, se posiciona la puerta principal de acceso, la cual posee una fachada del siglo XVIII. Esta se emplaza en el lugar donde se ubicaba inicialmente la Torre del Homenaje. En cuanto a la puerta original, esta se halla a mano izquierda, espacio donde se visualiza un arco cegado.

Hasta la fecha, al área interna de los lienzos del Alcázar de Toro se adosan habitaciones rectangulares con un espacio abierto al centro. La zona libre es empleada como patio y todas las estructuras que la rodean son construcciones contemporáneas.

En los últimos años, gracias a las reformas efectuadas, algunas de las dependencias del castillo han sido utilizadas como sedes de asociaciones, escuelas y talleres.

Alcázar de Toro: horarios

Si estáis interesados en visitar el Alcázar de Toro en Zamora, seguidamente te indicaré cuándo podréis hacerlo:

Del 2 enero al 31 diciembre, el alcázar está abierto todos los días a excepción de los lunes.

Tanto la entrada como las visitas son completamente libres al público.

Para más información sobre los horarios disponibles y los cambios, podréis contactar a la Oficina de Turismo llamando al 980 69 47 47

¿Qué significa el nombre Alcázar?

El término «Alcázar» tiene sus raíces en el árabe «al-qasr», que significa «fortaleza» o «palacio fortificado». En la arquitectura y la historia islámica, un alcázar era típicamente una estructura defensiva fortificada que también podía servir como residencia para gobernantes u otros dignatarios.

¿Cómo se llaman los habitantes de Toro?

Los habitantes de Toro son llamados «torés» o «toronos». Este término se refiere a los residentes de la ciudad de Toro, ubicada en la provincia de Zamora, en la comunidad autónoma de Castilla y León, en España.