Al noroeste de la provincia de Zamora, se encuentran los restos de una antigua fortaleza llamada Castillo de Alcañices.
Además de presentar un nombre peculiar, esta fortificación erigida alrededor del siglo XIII fue una de las más importantes de su época. Esto se debe a su ubicación respecto a los límites fronterizos con Portugal que, durante siglos, marcaron su devenir en su trayectoria histórica.
Entre sus muros de piedra residieron incontables personajes de la nobleza leonesa y los icónicos caballeros templarios. Del mismo modo, este castillo fue escenario de numerosas disputas y conflictos bélicos que hoy en día se suman a su amplio legado histórico.
¿Os apetece vivir una nueva aventura al mejor estilo medieval? Entonces no dejéis de leer este post informativo sobre la fortaleza de Alcañices.
Historia del castillo de Alcañices
De acuerdo con los indicios arqueológicos encontrados en la comarca de Aliste, se piensa que hubo una población romana establecida en las proximidades de Alcañices. Igualmente, se cree que estas tierras fueron ocupadas por musulmanes, debido a las raíces árabes del nombre de la villa.
Sin embargo, no fue sino hasta la aparición de Alfonso I de Asturias que este territorio obtuvo notoriedad respecto al pueblo español. Para ese momento, el noble habría extendido sus dominios hasta el río Duero, deshaciendo la huella de las culturas anteriores.
Con la llegada del siglo X, Alcañices quedó integrada dentro de los límites del reino de León, posteriormente, sus monarcas la repoblaron. No obstante, el primer documento encontrado que habla sobre la población consolidada de Alcañices se remonta a finales del siglo XII.
Tiempo después, Alfonso IX de León encomendó las tierras de Alcañices a los templarios; alcanzando su máximo apogeo alrededor del año 1210. Dicho privilegio lo reafirmó Alfonso X en 1255. A partir de ese momento, los propietarios de la villa tuvieron a su cargo la recaudación de impuestos de las comarcas de Aliste y Alcañices.
En sí, el papel de los templarios fue fundamental para el desarrollo de la comunidad y el alcance de los elementos defensivos dentro del territorio. El castillo de Alcañices en conjunto con la iglesia y la plaza de armas del pueblo, fueron algunos de los frutos de la ocupación templaria.
El castillo de Alcañices en años posteriores
El evento histórico más relevante ocurrido en la villa fue la firma del Tratado de Alcañices, efectuada en septiembre de 1297. Este convenio selló los conflictos fronterizos entre leoneses y portugueses originados tras la independencia de Portugal del reino de León durante el año 1143.
El mismo año se firmó el tratado se celebró la boda real en la villa, entre el rey Fernando IV y Constanza de Portugal.
En términos de importancia, la fortaleza de Alcañices obtuvo su parte por ser ofrecida por el maestre del templo infante D. Felipe. A cambio de la protección del noble, el jefe resolvió ofrendar cuatro fortalezas, entre las cuales también estaban: el Faro, la Ponferrada y San Pedro.
Este acuerdo se fijó en 1308, al entregar las fortalezas templarias al rey Fernando IV, de la mano de los maestres de Castilla y Portugal. No obstante, para el año 1310 tanto la villa como los castillos de Alba de Aliste y Alcañices continuaban en manos de los freires.
Más tarde, entre los siglos XVI-XVII, la villa logra convertirse en la capital del marquesado de Alcañices. Gracias a este período de resurgimiento, se erigió el convento y la iglesia de los Franciscanos, además de reconstruir la antigua muralla olvidada.
En el siglo XIX, al crearse los nuevos partidos judiciales modernos, Alcañices se posicionó a la cabeza representando la división de la provincia de Zamora. De esta manera, terminó siendo creado el partido judicial legítimo del territorio Zamorano.
El Castillo de Alcañices en tiempos modernos
Durante un tiempo los monjes-guerreros hicieron morada en el castillo de Alcañices, junto con su correspondiente recinto amurallado. De esta antigua construcción medieval lo que quedan son restos del tramo de una de las murallas y cuatro cubos que poseen distintos nombres.
El primero se denominó “Trincherón” y se encuentra situado en la callejuela que obtuvo el mismo nombre. El segundo, nombrado como la “Fuente”, está ubicado en la calle que presenta una denominación similar. El Tercero de nombre “Tiacañoña” y, por último, el más relevante de todos que los lugareños llaman “El reloj”.
Actualmente, este cubo figura como uno de los emblemas de la villa de Alcañices. Asimismo, recibió su nombre debido al reloj situado en la parte superior de su estructura; el mecanismo de este data de mediados del siglo XIX.
En el presente, los restos del Castillo de Alcañices se encuentran bajo el resguardo de la ley de protección genérica sobre el Patrimonio Histórico Español. Asimismo, su estado actual corresponde al de ruinas consolidadas que pueden ser visitadas por cualquier persona que atienda a la comunidad de Alcañices.
Estilo de castillo
A simple vista, los restos de lo que fue en el pasado un gran conjunto amurallado, se mezclan perfectamente con los edificios del presente.
Dentro del término municipal de Alcañices aún se conservan partes de la muralla, cuyo trazo es posible reconstruir a través del urbanismo de la villa. Sin embargo, la estructura en mejor estado es la torre del reloj construida en mampostería siguiendo la estética de la época medieval.
A grandes rasgos, todos los cubos y las piezas restantes del conjunto son los vestigios que quedaron tras las obras de los templarios. En aquel entonces, el castillo poseía una planta semicircular con elementos defensivos adosados a la muralla que cerraba el perímetro.
Todavía es posible apreciar la piedra original con la que fue erigida la fortaleza. También se pueden apreciar en ciertos planos las saeteras que se empleaban para vigilar y defender la población.
Otra característica destacable de las ruinas del Castillo de Alcañices, son los símbolos templarios que se ven grabados en ciertas partes del complejo.
En general, todo el recinto posee un gran significado histórico para la comunidad. Además, en conjunto con otros inmuebles de interés de su época forjan el carácter único y antiguo que aún se conserva en los poblados españoles.
¿Qué destacados aspectos ofrece la localidad de Alcañices?
La localidad de Alcañices ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar su impresionante castillo medieval. Situado en un entorno pintoresco, el Castillo de Alcañices es una joya arquitectónica que refleja la historia y la cultura de la región. Además, los visitantes pueden disfrutar de la hermosa arquitectura de la Plaza Mayor y descubrir la rica gastronomía local en sus encantadores restaurantes.
¿Cuál es la población de Castro de Alcañices?
Castro de Alcañices, una localidad situada en la provincia de Zamora, en España, tiene una población de alrededor de 80 habitantes. Esta tranquila localidad, ubicada cerca de la frontera con Portugal, es conocida por su ambiente sereno y sus encantadores paisajes, así como por su proximidad a destacados sitios históricos como el Castillo de Alcañices.