Explorando las tierras de zamoranas, vais a encontrar infinidad de castillos cuya historia es casi tan interesante como su aspecto. En esta ocasión, os hablaré del castillo de Granucillo, una fortaleza pequeña que fue erigida entre los siglos XIV-XV.
Desde hace siglos también es conocido como Castillo de los condes de Benavente, pues estos fueron sus últimos propietarios durante la época medieval.
Si bien se conoce poco sobre el legado histórico de este baluarte, sus ruinas permanecen como una de las joyas de la comunidad de Granucillo. De igual forma, desde el siglo pasado, esta fortaleza singular se considera un Bien de Interés Cultural.
¿Queréis saber más acerca de este enigmático castillo?, ¡acompáñame entonces en esta nueva aventura al seguir leyendo este fascinante post!
Historia del Castillo de Granucillo
En el presente, son pocos los datos que se preservan relacionados con la trayectoria histórica de este modesto baluarte zamorano.
A grandes rasgos, se cree que su origen data del siglo XIV, aunque algunos expertos opinan que se construyó a mediados del siglo XV.
En aquel entonces, los propietarios del castillo eran los miembros mejor posicionados de la familia Escobar. No obstante, gracias a la voluntad de Enrique II de Castillo, en años anteriores la villa de Granucillo ya pertenecía al linaje de los Escobar.
Durante este lapso, su estructura fue cimentada siguiendo los parámetros clásicos de los castillos con tintes palaciegos españoles, dignos del período renacentista. Sin embargo, años más tarde varios de sus elementos se adaptaron para hacer del recinto un fuerte fusilero.
Tiempo después, la fortaleza la adquirió por la familia Pimentel, quienes la tuvieron bajo su cargo por un período muy corto. Luego, los Pimentel resolvieron vender el castillo a los condes de Benavente cerca de la segunda mitad del siglo XV.
A partir de entonces, el castillo de Granucillo sufrió la negligencia de sus propietarios, iniciando así su declive hasta acabar en escombros.
Con el pasar de los siglos, la fortaleza logró conservar su glorioso exterior, pese a su estado de ruina progresiva. No fue sino hasta el siglo XIX cuando se realizaron obras de restauración para mitigar el efecto del tiempo en su estructura.
Hoy en día, los vestigios de esta fortaleza sólo se pueden visitar desde el exterior, pues todo el recinto figura como titularidad privada de sus nuevos dueños.
Asimismo, desde el año 1949 se encuentra bajo el amparo de la ley genérica de protección sobre el Patrimonio Histórico Español.
Estructura castillo
En cuanto a la estructura del Castillo de Granucillo, actualmente sólo se conservan los humildes muros exteriores erigidos a partir de mampostería. Estos trazan una planta cuadrangular que se extiende por el terreno.
El muro oeste de la fortaleza presenta un vano central, adornado con un arco de medio punto cuyo dovelaje y jambas fueron fabricados con sillería. Igualmente, este muro aún conserva parte del almenado y una fila de hermosas saeteras a media altura que aportan carácter a la estructura.
Sólo tres de los muros son los que preservan los rasgos distintivos de las construcciones medievales del siglo XV a las que pertenece este castillo. En general, el buen estado de conservación de la muralla se debe a las obras de restauración y mantenimiento practicadas durante el siglo XIX.
A simple vista, se puede apreciar también el arranque de la torre de homenaje, ubicada hacia el extremo noroccidental del recinto. De resto, únicamente se pueden observar los basamentos expuestos y esparcidos en el interior del conjunto.
En comparación con otros ejemplares de su época, se considera uno de los castillos más pequeños de acuerdo con su tipología de castillo palaciego.