Si hablamos de importancia para con el poder feudal, muchos castillos salmantinos gozaron de dicho mérito por su situación geográfica y valor arquitectónico. Uno de ellos fue el Castillo de Monleón, construido en torno al S.XV para servir de arranque a la muralla medieval que rodeaba la villa.
Con el pasar de los siglos sus dependencias tuvieron múltiples usos, así como dueños que se disputaron su señorío hasta protagonizar su abandono. El castillo también soportó el paso de las guerras y otros sucesos inenarrables que conocerás el día de hoy.
Sigue leyendo este artículo si quieres conocer toda la historia tras estos muros de piedra y otros detalles acerca de su hermosa arquitectura medieval.
Historia del castillo de Monleón
Todo comienza al fundarse la villa de Monleón sobre un tiesto aislado en campo abierto a la cercanía con el río Alagón. Si bien se desconoce su origen exacto, los historiadores apuntan que se trata de una ciudad antigua. Una evidencia de ello es la escultura del toro situada junto a la entrada del lugar.
En cuanto al castillo, su construcción data del siglo XV, la cual se ejecutó sobre los restos de una fortaleza anterior del siglo XII. En aquel entonces, la fortaleza primitiva formaba parte del recinto amurallado que protegía la villa. Aún en el presente se pueden ver ciertos tramos de esta barrera protectora.
Tiempo después, pasó a manos de Pedro de Hontiveros por órdenes del rey Enrique IV. Sin embargo, este le fue arrebatado al poco tiempo por D. Rodrigo Maldonado. Posteriormente, Fernando II de Castilla lo confiscó, dejando a Rodrigo como prisionero en Salamanca tras acusarlo de acuñar monedas falsas.
Pese a todo, las quejas y denuncias sobre robos en la vecindad continuaron siendo frecuentes. Como resultado, se negoció la liberación del ladrón a cambio de entregar la fortaleza.
La impotencia del poder feudal para el momento alcanzó su máxima relevancia a finales del siglo XV. Fue entonces cuando el castillo de Monleón fue partícipe de dramáticos eventos. Uno de los más destacados resultó la amenaza de Fernando el Católico contra el señor del castillo, quien permanecía cautivo.
El castillo de Monleón en años posteriores
Durante el año 1475 la fortaleza sufrió el asedio de los portugueses. Este período de guerra se mantuvo hasta suscitarse la firma de rendición por parte del rey católico. Asimismo, el castillo también padeció los estragos de la Guerra de Sucesión concebida a causa de la proclamación de Isabel como reina de Castilla.
A lo largo de los siglos la propiedad también cambió su uso en función de las incongruencias de los feudales a su cargo. Así pues, tuvo que soportar las disputas señoriales de sus terratenientes hasta comienzos del siglo XIX.
Tras la invasión francesa el edificio sufrió fuertes daños a nivel estructural y, en vez de mejorar, su situación se agravó para el siglo XX. Durante este tiempo la propiedad pasó a manos de varios dueños. Finalmente, fue rescatada de la completa ruina gracias a una serie de intensas labores de reconstrucción, según lo expresa Antonio García Boiza.
Este hecho puede encontrarse en su obra “Inventario de los castillos, murallas, puentes, monasterios, de los que se tiene noticia en la provincia de Salamanca”.
En el año 1949 el Castillo de Monleón también se declaró Bien de Interés Cultural de acuerdo con la ley genérica de protección del patrimonio español.
Actualmente, el propietario es el heredero del que fue archivero municipal y cronista de Salamanca, Salvador Llopis, quien usa sus dependencias como vivienda particular.
Estilo del castillo
Se trata de un castillo militar con las clásicas características de los fuertes del siglo XV. Este se asienta sobre una base irregular, apoyada en dos lienzos de muralla.
El acceso a la fortaleza de Monleón se hace mediante una puerta de arco de medio punto, protegida por dos torres armadas con saeteras. La parte más relevante de todo el recinto es la Torre del Homenaje, acabada con ocho garitas voladas en la parte alta. La fábrica de la torre es de granito y posee una altura de 37 metros.
Además, presenta similitudes con el Castillo de la Mota de Medina del Campo, sobre todo por la terminación redonda que poseen las garitas. La torre en sí se divide en cinco plantas que aún conservan su esplendor, debido a las labores de acondicionamiento financiadas por sus propietarios.
Algunos apuntan que no todo el Castillo de Monleón guarda su encanto medieval como ocurre con otras fortalezas palaciegas. Sin embargo, el castillo de Monleón es considerado por muchos como una joya arquitectónica de buen ver, dada su resistencia durante las guerras.
Al interior de la parte baja podréis hallar una estancia decorada con diversos grabados y otros símbolos del siglo XVI. Dicha sala está coronada por una bóveda de cañón sembrada sobre impostas de nacela, similar a la de los pisos superiores.
Sobre estos descansan otros dos pisos con estancias diferentes que aún conservan sus tradicionales pisos de madera. Por último, el edificio presenta en lo alto un mirador con vistas privilegiadas de los parajes que rodean la villa de Monleón.
Visitas al castillo de Monleón
Todo el recinto ofrece una visión fiel de la presencia que tuvo la fortaleza palaciega durante su época dorada. Detalle que se atribuye a su actual propietario, pues gracias a su causa Castillo de Monleón se conserva intacto pese al tiempo. Sin embargo, debido a su carácter de propiedad privada, los visitantes no tienen permitido ingresar al castillo.
De cualquier manera, podéis apreciarlo desde afuera y aprovechar el viaje por la villa para hacer una excursión a la “Olla de la sopa”. Se trata de un hermoso conjunto de cascadas creadas por el paso natural del río Alagón, un fenómeno natural que no podéis dejar pasar.
Ubicación del castillo
La fortaleza fue construida sobre un promontorio rodeado por dos ríos que antiguamente sirvieron de foso natural y elemento defensivo. Está ubicado en la esquina de la muralla de la localidad salmantina de la cual toma su nombre a 50 kilómetros de Salamanca.