Castillo de Torremormojón: Historia y estructura

Entre los numerosos castillos y construcciones medievales que encontramos en territorio palentino, uno de los más sobresalientes es el Castillo de Torremormojón.

Se trata de un antiguo recinto construido entre los siglos XII-XV sobre una colina aislada perteneciente a la comunidad que lleva su nombre. También conocido por el seudónimo de «La Estrella de Campos», debido a la relevancia que guardaba en la época medieval.

Este castillo fue escenario de múltiples conflictos entre sus propietarios, también sufrió el paso de incontables guerras. A pesar de enfrentar un destino cruel, el Castillo de Torremormojón logró superar la prueba del tiempo, llegando a la actualidad en un estado ruinoso.

¿Estáis interesados en aprender más sobre este castillo? Acompáñanos entonces, para develar los asombrosos eventos históricos que se desarrollaron en este lugar.

Historia del castillo de Torremormojón

Algunos historiadores piensan que esta fortaleza tuvo su origen en una torre anterior que existió a mediados del siglo X. Dicha torre habría sido resultado del paso de las cruzadas de Palestina por las tierras de la provincia.

No obstante, otras personas afirman que la historia de este castillo inició durante el siglo XII. El propósito de construir el castillo estaba ligado a la iniciativa de crear puntos defensivos en las fronteras entre los reinos de León y Castilla.

Con el pasar de los años, tanto la villa como el Castillo de Torremormojón, estuvieron bajo el resguardo de numerosos sucesores nombrados por voluntad real. Entre sus sucesores más ilustres se encuentra el conde Pedro Ansúrez, Tello Fernández, Pedro Martínez y Pedro González de Lara, quien fue alcaide del Castillo.

Durante los siglos XII y XIII también fueron propietarios de la villa algunos miembros de la Casa de Girón. Sin embargo, tras la crisis y el conflicto con Álvaro Núñez de Lara, el linaje Girón cayó en decadencia, debiendo entregar sus posesiones al rey.

Tiempo después, Enrique II. De Castilla, como sucesor legítimo cedió la villa y el castillo a su hermano el conde Sancho de Alburquerque. No obstante, este último prefirió despojarse de las responsabilidades que conllevaba la fortaleza al entregarla al mariscal García González de Herrera.

Es así como González de Herrera se asienta como señor de la Villa de la Torre. En conjunto, la familia Herrera se mantuvo en el dominio hasta finales del siglo XV, cuando la villa fue reasignada por sucesión hereditaria.

Más tarde, en 1484, Blanca Herrera decide donar las villas de Pedraza de Campos y Torremormojón a su esposo. Para ese momento, los Fernández de Velasco figuraban como condestables de Castilla, por tanto, la villa se otorgó por herencia a los condes de Benavente.

Época de conflictos

Con la llegada del siglo XVI, Bernardino de Velasco fundó el mayorazgo en honor a su segunda hija Juliana. Esto desató una disputa entre las hermanas de Velasco que, además, estaba ligada a las consecuencias entre los enfrentamientos entre las familias Benavente y Velasco.

Para solventar el conflicto, la reina Juana de Castilla intervino, ordenando así la confiscación cautelar del Castillo de Torremormojón. De esta forma, se restituyeron los derechos de Ana de Velasco y Herrera sobre las fortalezas de Cigales y Torremormojón.

Luego, la villa se vio envuelta en enfrentamientos de la batalla entre los comuneros y las tropas imperiales de Carlos I. De España.

En medio de la guerra, el ejército imperial logra tomar Ampudia del partido de los comuneros. No obstante, se ven en la obligación de refugiarse en el castillo de Torremormojón, abandonándolo antes de la llegada de los comuneros.

Debido a los estragos que resultaron del paso de la guerra, el conde de Benavente realizó numerosas obras para reforzar la estructura de la fortaleza.

Sin embargo, en el siglo XIX el castillo volvió a ser asediado por las tropas francesas del mariscal Bessieres, durante la Guerra de Independencia.

El Castillo de Torremormojón en tiempos modernos

Al finalizar la guerra, tiempo después durante 1874 parte del castillo fue demolido, empeorando su estado ruinoso. Cuatro años más tarde el ayuntamiento de la localidad decidió declarar todo el recinto como Monumento Histórico Nacional.

A pesar de su deplorable estado, este título fue de gran relevancia para la comunidad de Torremormojón. Esto es debido a que fue uno de los primeros castillos de la provincia de Palencia en obtener dicha denominación.

Pasado un tiempo, en la segunda mitad del siglo XIX los restos del castillo fueron usados como cantera para sustentar diversas construcciones. Este destino fue el mismo que enfrentaron otras fortalezas cercanas como la de Villalba de los Alcores y el Castillo de Fuentes de Valdepero.

​Por otro lado, en 2008 se incluyó en la Lista roja de Patrimonio español en peligro de la entidad de Hispania Nostra. Pese a ello, nunca se realizó ninguna obra de restauración o contención para ayudar a la conservación de los restos del recinto.

Hoy en día el castillo de Torremormojón es de propiedad particular y puede ser visitado por cualquier persona libremente durante todo el año.

Nombre: La estrella de campos

Como bien sabréis, gran parte de los castillos españoles, no sólo los que encontramos en territorio palentino, poseen más de un nombre.

Por lo general, estos nombres son colocados tras el lugar o la localidad donde se asienta la fortaleza en cuestión. No obstante, en ocasiones los seudónimos de las fortificaciones poseen un significado más sustancial, como es el caso del Castillo de Torremormojón.

Durante sus años dorados, este castillo formó parte de la importante línea defensiva que comprendía otras fortalezas de renombre como Monzón de Campos. Asimismo, desde su construcción gozó de una posición estratégica impuesta al dominio de la comarca de Tierra de Campos.

Estas condiciones fueron las que dieron origen a su seudónimo de “La Estrella de Campos”. Un apelativo que hasta la fecha se mantiene en vigencia y se utiliza para referirse a esta increíble fortaleza.

Estructura del castillo

Lo que vemos en la actualidad son los restos del edificio más reciente construido durante el siglo XVI entre los años 1502 y 1512. Esta estructura rodea los vestigios de una torre, de la cual hoy en día sólo se puede contemplar una sala abovedada correspondiente a un aljibe.

A grandes riesgos, el recinto que constituye el Castillo de Torremormojón se describe a través de una planta cuadrada con cubos en cada esquina.

El lienzo frontal de la fortaleza se erigió a partir de sillería cuidadosamente trabajada para alzar los muros de cuatro metros de grosor. Dichos muros también poseen troneras que se adaptaron para servir como buzones de artillería, reforzando así el carácter militar del edificio.

Asimismo, la cara frontal actualmente se encuentra mutilada, sin embargo, todavía se pueden distinguir las características de las reformas realizadas durante el siglo XV.

Antiguamente gozó de un foso que constaba de un sistema de defensa adicional conformado por una red de cámaras de tiro, comunicadas por una galería. Esta técnica de construcción defensiva es muy semejante a la que se encuentra en el Castillo de la Mota.

Durante los eventos bélicos de la guerra de las comunidades, esta puerta sufrió una serie de reformas que la transformaron en una cámara de tiro. A partir de estas remodelaciones se realizaron los cuerpos de artillería y se agregó valor al diseño original de la fortaleza.

En el presente, sólo quedan las ruinas de lo que fueron grandes muros y modestos cubos que anteriormente se aprovecharon para construir un palomar. No obstante, esta última construcción también se halla completamente abandonada y en un estado ruinoso similar al del resto del castillo.