Castillo de Laguna de Negrillos: Un lugar en ruinas

Si se trata de edificios, algunos castillos y palacios medievales, además de aportar valor histórico, suponen una riqueza inigualable a nivel arquitectónico en los pueblos. Un ejemplo de ello es el Castillo de Laguna de Negrillos, un complejo renacentista que se mezcla con las construcciones de su comunidad.

Se construyó durante el siglo XV a partir de los cimientos de una fortificación anterior. De igual forma, el lugar que ocupa se escogió a razón de la influencia que ostentaban las tierras de la villa en aquella época.

Aunque se emplea el término castillo para referirse a este recinto, el Castillo de Laguna de Negrillos también encaja dentro del concepto de alcázar. Esto se debe a las características que posee la estructura que, a su vez, corresponden a esta vertiente de castillos con tintes palaciegos.

Durante años, esta fortaleza se mantuvo ocupada, siendo utilizada por sus propietarios, la familia Quiñones, como residencia señorial. No obstante, así como otros castillos que hallaréis en territorio leonés, este se utilizó en un principio como un edificio para desarrollar labores militares.

Pese a un pasado lleno de cambios, hoy en día, los restos del castillo reposan al interior de la villa de Laguna de Negrillos. Asimismo, sus puertas se mantienen abiertas todo el año para cualquier turista que desee visitar sus instalaciones.

Si os interesa aprender más sobre los castillos en tierras leonesas, os invitamos entonces a seguir leyendo este post. ¡Animaros a descubrir los secretos tras esta inusual fortificación!

Historia del Castillo de Laguna de Negrillos

El inicio de su historia se remonta al siglo XIII, momento en el que se culmina la construcción de una primera fortaleza. Este hecho se certifica a través de la documentación que menciona la existencia de un recinto amurallado, erigido en función de servir como enclave defensivo.

Con el propósito de ampliar el territorio ocupado por el reino de León hacia Extremadura, el Rey Alfonso IX, otorga el dominio de la villa. En aquel entonces, el castillo cumplía una función netamente militar, además de estar constituido por una estructura bastante simple con un torreón principal al interior.

Al pasar los años, en 1230, tras consolidarse la unión de los reinos de Castilla y León, el territorio perdió parte de su valor estratégico. No obstante, a partir del siglo XIV, estando en manos de Femando IV, el fuero del lugar termina bajo la potestad de Doña María Fernández. 

Luego, los propietarios deciden vender el recinto a los Quiñones a finales del mismo siglo. Asimismo, los derechos de la villa se cedieron al sobrino de Pedro Suárez Quiñones, como lo estipula su testamento de 1388. En este momento, la adquisición del Castillo de Laguna de Negrillos se ve envuelta en un conflicto relativo a los pagos de la propiedad.

Durante el siglo XV, luego de liquidarse las deudas, el señorío de Laguna de Negrillos pasa a manos de Diego Fernández de Quiñones.

Más tarde, la fortaleza se reconstruyó por órdenes de sus nuevos propietarios, y es así como obtiene su carácter final de castillo palaciego. Al adquirir presencia obtuvo la denominación de alcázar, al tiempo que se empleó como residencia temporal por los Quiñones.

A los efectos de su influencia, los escudos de la familia Quiñones todavía se pueden encontrar en ciertos de los muros del recinto.

El Castillo de Laguna de Negrillos en la actualidad

Desde abril de 1949, el Castillo de Laguna de Negrillos figura como un Bien de Interés Cultural (BIC) de la comunidad de Laguna de Negrillos. Por otra parte, unas décadas más tarde, en 1993 terminó siendo propiedad de la municipalidad.

Pese a ello y a la falta de inversiones para su conservación, en la actualidad, la fortaleza se halla en un estado de ruina progresiva. No obstante, algunos de los elementos principales, como lo es la Torre del Homenaje, todavía continúan en pie.

A partir del año 2008, el complejo llegó al puesto N.º 26 en el Inventario de Protección de Patrimonio Cultural Europeo.

Un año más tarde, se realizaron una serie de reformas estructurales, una de estas consistió en la construcción de una puerta de arco gótico. También fue reforzado el cubo principal para preservar el aporte estético medieval que todavía ofrece a la villa. 

Del mismo modo, al ser considerado un monumento de gran relevancia, hoy en día, la estructura del castillo puede ser visitada desde el exterior.

Arquitectura

La primera fase del castillo corresponde a una etapa pleno-medieval, construida a base de cal y canto rodado para crear una forma robusta y compacta. Actualmente, se conservan alrededor de once tapias de su lienzo original, las cuales comprenden el tramo oriental.

Ciertas de las técnicas constructivas que se emplearon para edificar el complejo eran poco utilizadas en el reino leonés durante la Edad Media. Sin embargo, gracias a ellas pudo forjarse el carácter único de este majestuoso recinto.

Un detalle que merece la pena mencionar, es la presencia de tramos curvos en el ángulo, realizados para dotar de resistencia a la estructura.

Pasando a la parte de arquitectura tardomedieval, el Alcázar o Castillo de Laguna de Negrillos se sitúa en el extremo suroeste de la villa. Originalmente se hallaba dentro de las murallas que rodeaban la comunidad, frente al arroyo y con su fachada principal orientada hacia el poblado.

A pesar de los diseños empleados durante la época, la fortaleza careció de torres de flanqueo.

La superficie del complejo respecto a su planta cuadrada-trapezoidal abarca un área aproximada de 1.100 metros cuadrados. Ubicada en la esquina exterior noroeste, se sitúa la Torre del Homenaje que cuenta con cinco pisos, además de un almenado en la parte superior.

Otro de los elementos sobresalientes del recinto es la Torre de la Reina, emplazada en la esquina noreste. Simultáneamente, es posible visualizar otros dos cubos en las esquinas restantes correspondientes al extremo sur.

Tal como os mencionamos arriba, el acceso por el lienzo occidental, en la actualidad, se compone de una puerta de arco gótico. Por último, sólo quedan los escombros de los derrumbes ocasionados por el paso del tiempo y algunos muros incompletos.