A lo largo y ancho del territorio os encontraréis con increíbles construcciones medievales, sin embargo, ninguna se compara con el Castillo de Cuéllar. Esta fortaleza, algunas veces denominada como Castillo de los Duques de Alburquerque comprende una historia sin precedentes.
Desde su primera cita documentada a comienzos del siglo XIII, este castillo figura como la joya de la Villa de Cuéllar. Asimismo, en su interior preserva un legado histórico lleno de grandes acontecimientos que trascendieron hasta la actualidad.
Tal como otros castillos, se construyó inicialmente para cumplir una labor militar, pero luego fue transformado en una residencia palaciega. Como si fuera poco, también se convirtió en una prisión y, actualmente, alberga un instituto y hasta una oficina de turismo en su interior.
Hoy en día, se encuentra en un estado de preservación excepcional y todavía mantiene sus características gótico-renacentistas. Igualmente, es un lugar que se puede visitar durante cualquier época del año para recorrer sus instalaciones y aprender sobre el pasado de España.
En esta ocasión, en el siguiente post ahondaremos en la historia y otros aspectos de interés sobre la fortaleza. Además, al final os vas a topar con algunas sorpresas que podréis disfrutar en tu próxima visita al Castillo de Cuéllar.
Historia del Castillo de Cuéllar
Algunas personas apuntan a que el Castillo de Cuéllar surgió de la construcción de un recinto amurallado, según lo estipula la documentación de 1264. No obstante, la primera cita realizada sobre una fortaleza primitiva data del año 1306. En ambos casos el proyecto se financió a partir de la recaudación de multas a manos del concejo de Cuéllar.
En 1403 el infante Fernando de Antequera, otorga una licencia al concejo para seguir trabajando en la fortificación. Es en este momento que se tiene constancia real del edificio. Luego, tres décadas más tarde Juan II cede los derechos al nuevo señor de la villa, D. Álvaro de Luna.
A manos del condestable se da inicio a las nuevas reformas en la fortaleza. Sin embargo, estas se vieron interrumpidas cuando De Luna fue desterrado de la corte, tomando su lugar el Rey de Navarra.
Al morir De Luna, el señorío de la Villa retornó a Juan II, quien lo concede a la futura Isabel de Castilla. En aquel entonces, el castillo figuraba dentro del señorío de Montemayor, conformado por la Comunidad de Villa y la Tierra de Cuéllar.
En 1455, tras celebrar las primeras Cortes de Castilla en el fuerte, Enrique IV pretendió adquirir los derechos de la propiedad. No obstante, el señorío siguió perteneciendo a su hermanastra hasta el año 1464 cuando Beltrán de la Cueva tomó posesión del lugar.
A la llegada del siglo XIII, en 1811 concluyen los conflictos internos gracias a la abolición de los señoríos. Durante este tiempo el Castillo de Cuéllar ya pertenecía a la Casa Ducal, quienes retoman y culminan las obras iniciadas por Beltrán de la Cueva. Aunque desde el siglo XVII el castillo ya habría pasado de ser una fortaleza militar a una residencia palaciega de estilo renacentista.
El castillo de Cuéllar durante la Guerra de la Independencia
Antes de la guerra de independencia la fortaleza cae en un período de decadencia, deteriorándose significativamente con el paso de los años. Asimismo, era poco frecuentada por los duques que, a su vez, dejaron de invertir en obras de conservación para la propiedad.
Posteriormente, fueron los franceses quienes cobraron interés en el castillo a razón de su posición geográfica privilegiada. En este sentido, llegando los tiempos de la ocupación francesa, las tropas de estos causaron destrozos tanto en la villa como en la fortificación.
El castillo durante el Siglo XX
Dejando atrás los tiempos de guerra, al iniciar el siglo XX el Castillo de Cuéllar es nombrado Monumento Histórico-Artístico en 1931. Pese a la condecoración otorgada, en 1938 el director general de Prisiones solicita la instalación de un instituto de penitenciaría en la fortaleza.
Esta noción fue apoyada por el XVIII duque de Alburquerque, quien cedió la utilidad del castillo al Estado Español. La única condición del duque es que debían realizarse las adaptaciones sin alterar la estructura original del recinto. No obstante, la administración a cargo del proyecto no cumplió con este requisito, terminando por alterar notoriamente las instalaciones del fuerte.
Tiempo después, algunas de las salas del Castillo de Cuéllar se emplearon como sanatorio para los reos con tuberculosis. Tanto la penitenciaría como el sanatorio estuvieron activos hasta 1966.
Al final, no todo fueron malas noticias para el castillo, puesto que en 1968 el recinto penitenciario fue aprovechado de una forma más artística. De esta manera, las instalaciones sirvieron de escenario para el rodaje de “América Rugiente”, un largometraje español con tema policiaco.
Sin embargo, esto no evitó que la fortaleza fuese víctima del vandalismo hasta la intervención del Ministerio de Educación en 1972. Ese mismo año, a manos de la Dirección General de Bellas Artes se llevó a cabo la primera obra de restauración al recinto. De esta manera se eliminaron las características de la penitenciaría, retornando el castillo a su estructura original.
El Castillo de Cuéllar en tiempos modernos
Se tuvieron múltiples ideas para sacar provecho de las instalaciones del castillo. Entre ellas estaba la instalación de un museo y hasta un parador turístico, pese a la iniciativa, ninguna de estas ideas llegó a consolidarse.
Al contrario, se decidió que la fortaleza fuese cede un Instituto de Educación Secundaria, nombrado “I.E.S. Duque de Alburquerque”. También, debido a su carácter institutriz, hoy en día figura como sede del C.F.I.E. de la Comarca.
Conjuntamente, atendiendo a la Fundación de la Casa Ducal de Alburquerque, el recinto pasó a albergar en su interior los archivos históricos de la Villa. En dicho archivo se almacena toda la documentación de Cuéllar, desde 1184, hasta el año 1980.
Por otra parte, en 1996 fue inaugurada en la planta baja de la Torre del Homenaje del Castillo de Cuéllar, la Oficina de Turismo Principal. Esto se hizo con el propósito de encaminar las actividades turísticas de la localidad.
En última instancia, actualmente el castillo también forma parte de un proyecto que lleva por nombre “El Castillo Habitado”. En cuanto a esta noción, es un plan creado por el turismo municipal impartido en 1997 con el fin de atraer más visitantes.
Castillo de Cuéllar: interior
La imagen actual que presenta el Castillo de Cuéllar es el resultado de distintas labores de recuperación realizadas entre las décadas de 1970 y 1990. Asimismo, este hermoso complejo de aspecto renacentista está compuesto por dos recintos que dividen su base trapezoidal.
A continuación, te contaremos un poco acerca de lo que os podrás encontrar al interior de cada una de las áreas de esta antigua fortaleza.
Área militar del Castillo de Cuéllar
El foso, la falsabraga y la liza
El foso sin agua comprende el primer elemento defensivo de la fortificación. Asimismo, se excavó con la intención de reforzar la falsabraga que edificó Beltrán de la Cueva en 1465. Esta última consta de cinco torres que sirven de cerco unidas por una pared de mampostería.
Entre la fachada oriental y la falsabraga, se encuentra la liza, un pasillo trampa construido a partir de influencias musulmanas.
Antepuerta del castillo
Se trata de la primera entrada que encierra el castillo en su interior. Esta posee un puente levadizo, colocado con la finalidad de aportar más seguridad al complejo.
Patio de entrada
Lo siguiente es un pequeño patio que precede al patio de armas de la fortaleza. Presenta un arco en la puerta principal donde reposan los escudos de Beltrán de la Cueva, Enrique IV y Mencía de Mendoza y Luna.
Torreón de Santo Domingo
Nombrado de esta forma dado que limita con el camino de Santo Domingo. Se trata de un cubo artillero que consta de dos secciones y anteriormente también tenía una terraza.
Se presume que esta estancia pudo cumplir la función de calabozo o capilla. Sin embargo, durante el siglo XVI adquirió características palaciegas renacentistas.
La Torre-Puerta
Se encuentra emplazada al sureste del castillo y a grandes rasgos es un buen exponente de arte mudéjar, adaptado al resto del complejo. Tal como en el caso anterior, esta área del castillo sufrió varios cambios para dejar atrás su función militar y ser incorporada al recinto palaciego.
Las Cámaras
Existe un espacio que consta de seis cámaras, cada una construida para un propósito distinto.
La primera alberga los restos de tapial de la muralla primitiva durante el siglo XI. Al bajar por una escalera se accede a la tercera cámara, desde aquí se pueden apreciar los restos de un aljibe mudéjar del siglo XIII.
Seguidamente, la cuarta cámara se sitúa bajo la tercera, esta presenta una ranura que comunica con el vestíbulo. La quinta cámara representa una sala de tipo gótico que pudo ser empleada como sala de guardias. La última cámara se presume que pudo servir de mazmorra.
Torre del homenaje
Como en el caso de otras construcciones medievales, la Torre del Homenaje del Castillo de Cuéllar, es la más alta y destacable del complejo. Presenta una forma cilíndrica y se alza a 2,80 metros de altura, aunque se piensa que en el pasado era más alta.
Al interior de la torre se consigue una escalera de caracol que conduce a las salas y al terrado superior. Se pueden visualizar algunos escudos alojados sobre en los ventanales.
Área palaciega del Castillo de Cuéllar
Patio de Armas
Se despliega a través de la entrada en arco del patio de entrada, fue remodelado por Beltrán II de la Cueva. Asimismo, en torno a este se alzaron tres crujías construidas para cumplir distintas funciones.
Desde hace 30 años en este lugar se ha realizado la Feria de Artesanía junto a la Feria Comarcal de Cuéllar. Ambos eventos son de gran relevancia en cuanto a lo que respecta a actividades de artesanía en el territorio castellanoleonés.
Escalera Real
Ubicada hacia el extremo suroeste de la fortaleza, se trata de una escalera monumental con tintes decorativos, construida para el tránsito habitual.
Galería Sur
Su construcción inició a mediados del siglo XVI, y es una estancia compuesta por cuatro pisos. Hacia la planta baja se sitúan las cocheras, seguidamente se encuentra el primer piso que resguardaba las cámaras de los duques.
En el segundo piso se encuentra una antigua sala recreacional, conectada a ambos lados con dos salones. Estos salones corresponden a la secretaría y la sala de profesores del actual instituto.
Crujía Oriental
A continuación, en el ala este tenemos la crujía oriental, la edificación más moderna del castillo, se construyó durante el siglo XVII.
Actualmente, el primer nivel de esta estancia resguarda la armería grande, catalogada como la más variada y valiosa de España. Inmediatamente, en el segundo piso se localiza la llamada Sala de Moras.
Sala de las Moras
El nombre de esta sala deriva de la decoración particular en la cual está revestida actualmente. Por otra parte, el exterior se modificó en 1970, retirando los balcones que poseía para devolver a esta área del castillo su apariencia medieval.
Crujías Occidentales
Finalmente, tenemos las crujías occidentales, una galería que ostenta una hermosa decoración renacentista. A razón de ciertos detalles en la estructura, se presume que antiguamente la construcción de esta estancia no fue culminada.
Horarios y precios para la visita al Castillo de Cuéllar
En la actualidad, el Castillo de Cuéllar es un lugar perfecto para vivir aventuras al auténtico estilo medieval. Asimismo, la Oficina de Turismo alojada en su interior os ofrece la oportunidad de realizar visitas guiadas dentro de las instalaciones de la fortaleza.
Seguidamente, te indicamos los horarios en los cuales podrás programar tu visita, además del precio de las entradas.
Horarios estipulados de acuerdo con la Oficina de Turismo
Del 1 de julio al 30 de septiembre:
- Por las mañanas de 10:00 – 14:00 h.
- Por las tardes de 16:30 – 20:00 h.
Durante este período el castillo mantiene sus puertas abiertas todos los días de la semana.
Del 1 de octubre al 30 de junio:
- Por las mañanas de 10:00 – 14:00 h.
- Por las tardes de 16:30 – 19:30 h.
Durante este período el castillo se encontrará cerrado los lunes.
Conjuntamente, las visitas teatralizadas se realizan únicamente los sábados, domingos y festivos nacionales.
Tarifas por entradas
- Visita guiada (entrada regular) – Adultos: 3 € / Niños: 2 €
- Visitas teatralizadas (entrada general) – Adultos: 7,70 € / Niños: 4,90 €
- Para los niños menores de seis años la entrada es gratuita.
Si desea adquirir más información acerca de las visitas guiadas y la disponibilidad de estas podrá hacerlo llamando al siguiente número:
- Teléfono: 921 14 22 03
De cualquier manera, también podrá contactar la Oficina de Turismo de Cuéllar a través de la siguiente dirección: turismo@aytocuellar.es
Visitas teatralizadas en el Castillo de Cuéllar
Tal como mencionamos anteriormente, el Castillo de Cuéllar desde 1997, es parte de un proyecto denominado como “Castillo Habitado”. El mismo constituye un plan estructurado a favor de fomentar a la sociedad española el valor e importancia histórica de la Villa de Cuéllar.
En sí, esta iniciativa lo que busca es una forma práctica y didáctica de mostrar a otros cómo eran los días durante los tiempos medievales. Esto se hace mediante la dramatización de algunos eventos que se llevan a cabo dentro de las mismas estancias del castillo.
La noción fue adoptada por otros municipios y ciudades como Madrid, Zaragoza y Almería. Aunque en realidad esta propuesta debe su procedencia a otros países como Inglaterra y Francia. Indistintamente de ello, el propósito sigue siendo el mismo, y consiste en dar vida a la fortaleza mediante una secuencia teatralizada para entretener y educar.
En este sentido, las visitas guiadas dentro del Castillo de Cuéllar giran en torno a dos recorridos teatralizados:
- El Torreón de la Memoria. Este recorrido comprende un emocionante viaje por la zona noble de la fortaleza.
- Las Bodegas. En cuanto a este, el mismo presenta un itinerario en el cual se ven interpretados los oficios básicos que tenía la servidumbre del castillo.
Todas las representaciones son realizadas por el personal de la fortaleza en torno a las salas ambientadas con mobiliario de la época. Igualmente, en medio de las visitas teatralizadas también pueden apreciarse obras de arte típico del siglo XVI y otros decorados donados por la Casa Ducal.