Castillo de Maderuelo: Historia y tiempos modernos

Algunas fortificaciones no brillan por sí solas, al contrario, forman parte de importantes complejos medievales. Tal es el caso del Castillo de Maderuelo, una construcción antigua situada al interior de una importante villa declarada Conjunto Histórico perteneciente al territorio segoviano.

Desde su fundación, la villa de Maderuelo se estableció como uno de los núcleos defensivos que comprendieron la llamada línea provincial. Esta incluía otros castillos de renombre como Coca, Cuéllar y Sepúlveda, situados al margen del río Duero.

No obstante, tanto la posición estratégica de la villa y de la fortificación no son lo que más llama la atención de este lugar. En realidad, este conjunto de edificaciones de época figura como uno de los ejemplares de los burgos medievales españoles más representativos del país.

En cuanto al castillo de Maderuelo, aunque sólo quedan vestigios de este, simboliza una porción importante del patrimonio histórico de la localidad.

Hasta la fecha, todo aquel que desee explorar la villa puede hacerlo con libertad. De hecho, este lugar se ofrece a los visitantes como un punto de interés perfecto para practicar turismo rural entorno a las tierras de castilla.

¡Os invitamos entonces a que sigáis leyendo este post para conocer a fondo la maravillosa historia de este antiguo recinto medieval!

Historia

La historia de la villa comienza a mediados del siglo X, momento en el cual el territorio es repoblado por el noble castellano Fernán Gonzales. Sin embargo, a pesar de sus intentos por traer vida al lugar, las tierras fueron saqueadas tiempo después a manos del ejército de Almanzor.

A la llegada del siglo XI, debido a una ola migratoria proveniente desde Burgos, los cristianos y musulmanes repoblaron el lugar una vez más. A partir de este asentamiento poblacional es que surge el burgo o villa medieval de Maderuelo. No obstante, durante esta época el lugar respondía por el nombre de Castro Maderolum.

En aquel entonces, antes de fortalecerse como una villa independiente, se encontraba bajo el resguardo de la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda.

Un siglo más tarde es que se reconoce su poderío y la Villa y Tierra de Maderuelo se anexa al obispado de Segovia. De esta forma, con el paso de los años, tanto las edificaciones de la villa como el Castillo de Maderuelo, sufrieron variedad de reformas sucesivas.

Más tarde, entrando al siglo XV, los derechos de la villa son concedidos a Doña Leonor, la reina de Navarra. Tiempo después pasó a manos del famoso Condestable D. Álvaro de Luna.

En términos generales, además de la fortificación, se tiene constancia de que al interior de la villa existieron entre ocho a diez parroquias. Esta proliferación de elementos y edificaciones religiosas estaba ligada a la naturaleza de sus pobladores.

Pese al interés del pueblo, la villa experimentó un abandono progresivo y, en consecuencia, algunas de sus construcciones se destruyeron.

La villa y el Castillo de Maderuelo en tiempos modernos

Como os indicamos al inicio, desde 1949 la villa de Maderuelo se encuentra bajo la protección de ley general sobre el Patrimonio Histórico español.

A grandes rasgos, todo el complejo conserva los tintes y características emblemáticas de la arquitectura gótica y románica. Por este motivo, se considera uno de los recintos medievales de mayor impacto paisajístico en tierras segovianas.

Asimismo, del Castillo de Maderuelo sólo quedan en pie los vestigios de un torreón que servía de defensa al extremo norte del burgo.

También pueden visualizarse las ruinas de una antigua muralla que conformaba parte del perímetro de la antigua fortaleza. Por otra parte, es posible apreciar el aljibe que correspondía a la estructura original de la planta cuadrada del castillo original.

A pesar de esto, cualquier día del año se puede visitar las ruinas. Igualmente, el resto de la villa también mantiene su acceso libre al público.

Algunos de los lugares más frecuentados por los turistas que ingresan a la villa datan de los siglos XV y XVIII. Sin embargo, se encuentran en un estado excepcional de conservación.

En este sentido, podemos nombrar la parroquia de Santa María y el mirador Alcácer y Barbacana, situado bajo el patio porticado de la misma. Conjuntamente, lugares como la Plaza de San Miguel y la antigua ermita de San Miguel comprendes otras áreas de gran interés en la localidad.