Castillo de Fuensaldaña: Poderío de la familia Vivero

El municipio vallisoletano de Fuensaldaña posee otro baluarte de gran valor histórico para la comunidad de Castilla y León. Nombrado tras la localidad, el Castillo de Fuensaldaña se construyó como símbolo del poderío ascendente de la familia Vivero.

Durante años sirvió de residencia palaciega, sin embargo, al finalizar la época medieval sus dependencias se emplearon como sede de las Cortes de la CA. Gracias a ello, su fachada se preserva intacta, transmitiendo un carácter que solo los castillos de la Escuela de Valladolid pueden portar.

Entre sus muros se llevaron a cabo importantes acontecimientos como la boda de los Reyes Católicos. Asimismo, el recinto soportó el paso de las guerras y el abandono hasta ser ocupado nuevamente en nuestro siglo.

¿Os gustaría conocer más detalles sobre la historia del Castillo de Fuensaldaña?, te invitamos entonces a seguir leyendo este interesante artículo.

Historia del Castillo de Fuensaldaña

De acuerdo con la documentación de la época, su construcción se inició alrededor del siglo XIII. No obstante, a inicios del siglo XV adquirió su aspecto actual de residencia señorial a manos de la familia Vivero. Al efecto, el proyecto tuvo lugar por encargo del secretario y contador mayor del rey Juan II de Castilla, D. Alonso Pérez de Vivero.

Tiempo antes, el noble había adquirido de los abades de Valladolid y Matallana los lotes que conformaron para entonces la villa de Fuensaldaña. El propósito tras esta inversión era crear un palacio para su uso personal, recinto que no llegó a disfrutar a causa de su prematura muerte. Así, el motivo de su fallecimiento fue el haber protagonizado una confabulación contra el noble castellano Álvaro de Luna.

Tras la muerte de Alonso, el castillo de Fuensaldaña fue concluido por su nieto y segundo vizconde de Altamira, Alonso de Vivero. Este fue cómplice y protector del matrimonio secreto de los Reyes Católicos, quienes contrajeron nupcias en su palacio de Valladolid. Posteriormente, disfrutaron de su luna de miel en la fortaleza de Fuensaldaña.

Al poco tiempo el castillo fue confiscado por los Reyes Católicos hasta el año 1490 cuando retornó a su propiedad. A inicios del siglo XVI el castillo sufrió una segunda incautación a modo de castigo por el asesinato de la esposa de su entonces heredero.

En 1521 el castillo es asediado por las tropas comuneras durante la Guerra de las Comunidades de Castilla. En consecuencia, el recinto se convirtió en uno de sus bastiones defensivos.

Sin embargo, al ser concebido como residencia nunca contó con la guarnición adecuada para soportar el avance de las guerras como una fortaleza militar. Antes de que lo abandonaran, el castillo apenas contaba con una guarnición de seis soldados.

El castillo de Fuensaldaña en el presente

Con la llegada del siglo XX, en 1983, la Diputación Provincial de Valladolid pretendió convertir el castillo en un parador turístico. No obstante, el proyecto no llegó a consolidarse, pues el recinto fue cedido para albergar la sede de las Cortes de Castilla y León. Como resultado, la mayoría de sus dependencias se sometieron a distintas reformas y adaptaciones ajustadas a las necesidades de sus nuevos ocupantes.

Esto perduró hasta junio de 2007 con el traslado de la nueva sede de Valladolid; suceso ocurrido a comienzos de la VII legislatura autonómica. La última Sesión Plenaria celebrada en el Castillo de Fuensaldaña tuvo lugar en marzo de ese mismo año para cerrar la VI Legislatura.

Desde hace décadas ostenta el título de BIC, además goza de inmunidad gracias a las leyes sobre la protección del Patrimonio Histórico Español.

En la actualidad, la fortaleza de Fuensaldaña se emplea como centro turístico abierto al público. En su interior se organizan diferentes actividades como las visitas teatralizadas: “El trono poderoso” y “La maldición medieval”. Además de un asombroso ciclo de conciertos llamado “Un abanico de músicas”.

El objetivo principal que tiene el castillo hoy en día es figurar como un punto de encuentro que contribuya a la divulgación histórica española.

Estilo del Castillo de Fuensaldaña

La fisonomía de esta fortaleza es la que veréis en cualquier otro castillo señorial, construido según el modelo de la Escuela de Valladolid. Como sabréis, este diseño era bastante popular en el siglo XV y se caracteriza por aportar una forma sencilla, pero poderosa a los castillos palaciegos.

Aunque, la interrupción en su construcción impidió que no siguieran el proyecto inicial, en consecuencia, la torre del homenaje no alcanzó la altura prevista.

En su planta cuadrada se asienta una potente Torre del Homenaje de 34 metros de altura y base rectangular. Anteriormente se accedía al cubo principal a través de un puente levadizo, este poseía una forma de U que iba alrededor del patio de armas.

El cubo, además, cuenta con tres pisos interiores y un sótano, todos comunicados por una escalera de caracol que conduce a una terraza almenada. Cada piso posee una amplia estancia abovedada, dotada con ventanales y rejas.

La coronación de la torre presenta cuatro garitas dispuestas una en cada esquina, estas se prolongan hasta el suelo formando cuatro hileras. Por otra parte, adosado al lienzo norte del cubo principal podréis apreciar el escudo de armas de los Vivero y de los Dávila-Guzmán.

El castillo de Fuensaldaña está acabado con otros tres cubos unidos por gruesos muros de piedra que cierran su perímetro. Al interior se esconde el patio de armas donde anteriormente se encontraba el anfiteatro de las Cortes de Castilla y León.

Entradas, horarios y precios

Si vais de paso por Valladolid no os podréis perder la oportunidad de visitar el Castillo de Fuensaldaña. Allí podréis empaparos con la historia de la localidad junto a una armoniosa combinación de lo medieval y lo contemporáneo. También veréis una interesante línea expositiva que informa a los visitantes sobre el interesante mudo de los castillos españoles.

Horario de invierno (del 1 de octubre hasta el 31 de marzo)

  • De jueves a domingo y festivos de 10:30 a 14:00 h. (mañanas) y de 16:00 a 18:00 h. (tardes)

Horario de verano (del 1 de abril hasta el 30 de septiembre)

  • De martes a domingos y festivos de 10:30 a 14:00 h. (mañanas) y de 16:30 a 20:00 h. (tardes)

Precio de las entradas

Las entradas incluyen un recorrido por el castillo y el centro de interpretación.

  • Entrada general — 5€
  • Entrada reducida — 4€ (aplicada a grupos de mínimo 20 personas, familias numerosas, carnet de jubilación, carnet joven, de estudiante y socios del Club Amigos de la Provincia)
  • Tarifa por turismo escolar — 2€ (tarifa destinada a los alumnos de cualquier edad y ciclo formativo en un viaje organizado).

La tarifa gratuita se aplica a menores de 12 años siempre y cuando vengan acompañados de sus representantes. También para los titulares del carnet oficial de docente y personas con discapacidad.