Al llegar hasta el sur del territorio castellanoleonés, encontramos en un pintoresco paraje las ruinas de un castillo sin igual. Se trata del Castillo de Bonilla de la Sierra, una antigua construcción que, hasta la fecha, conserva parte su atractivo a pesar de estar incompleto.
Durante un período importante sirvió de residencia veraniega al señorío del obispado, por lo tanto, se considera relacionado con la historia de la iglesia de la comunidad abulense. De hecho, todos los obispos que en el pasado se asentaron en las instalaciones de la fortaleza, también fueron propietarios de esta.
Hoy en día, a pesar del deterioro progresivo, el Castillo de Bonilla de la Sierra sigue atrayendo la atención de los turistas.
Tal como otras edificaciones medievales, en este castillo se encuentra parte de la magia del patrimonio cultural español. Por lo tanto, quizá debas apuntar este destino en tu próxima visita a la comunidad de Bonilla de la Sierra.
De cualquier manera, te invitamos a seguir leyendo este artículo para enterarte acerca de todos los detalles de esta hermosa fortificación.
Historia
La historia de este castillo se inició tras la construcción de un modesto recinto amurallado que data del siglo XII. A partir de esta edificación, dos siglos más tarde se realizaron en el edificio una serie de reformas que dieron lugar a la fortaleza real.
Dichas modificaciones se hicieron bajo la orden del obispado abulense, quienes estaban a cargo de la propiedad. Esto puede verse reflejado en los distintos escudos que decoran los muros del castillo.
Por otra parte, se especula que el mérito de la creación de este castillo se debe a la iniciativa del obispo D. Sancho Blázquez Dávila. Para aquel entonces el castillo se habría remodelado con el propósito de darle una apariencia más palaciega.
Durante la baja edad media, entre los siglos XIV y XV, la iglesia adquiere un papel importante dentro vinculado a la política castellana. El Castillo de Bonilla de la Sierra figuraba como una propiedad ligada a las dos vertientes dominantes del territorio: la eclesiástica y la civil.
Gracias a esto el edificio se utilizó como sede del Sínodo Episcopal, bajo la convocatoria del obispo Diego de los Roeles. También, sirvió de refugio al Rey Juan II durante el periodo de acoso que sufrió a manos de los Infantes de Aragón.
Entre los huéspedes y propietarios más relevantes a lo largo de la historia del castillo, se encuentra el obispo D. Alonso de Madrigal. La fortaleza en esta época se consideraba tan popular entre el obispado abulense que, muchos eran criticados por permanecer demasiado tiempo en este lugar.
Luego, en el siglo XVI se llevaron a cabo otras obras importantes para adaptar y modificar las instalaciones del fuerte. Desde este momento los nuevos huéspedes que recibía el castillo describieron a este como una residencia espléndida.
El Castillo de Bonilla de la Sierra en la actualidad
Con el pasar de los años la propiedad continuó bajo el régimen del obispado, sirviendo de residencia estacional. En realidad, se utilizó como casa de verano hasta la llegada del siglo XIX, cuando el castillo se liberó del dominio eclesiástico.
Este cambio radical también fue un resultado de la Desamortización española, durante el siglo XVIII. A manos de este movimiento económico y social, abandonaron la propiedad.
Hoy en día, el Castillo de Bonilla de la Sierra es una propiedad particular, sometida a procesos de restauración.
Desde 1983 figura como un monumento de la localidad, declarado Conjunto Histórico-Artístico. También, sus ruinas se encuentran protegidas por la ley de protección genérica española para la preservación de edificaciones antiguas.
Por otra parte, el exterior de la fortaleza está disponible para que los curiosos lo puedan explorar. Sin embargo, no se permite el acceso a la Torre del Homenaje, la única que hasta la fecha se mantiene en pie.
Arquitectura del Castillo de Bonilla de la Sierra
A simple vista se puede destacar que, el recinto principal construido a mediados del siglo XIV fue alzado para reforzar la estructura anterior. El estilo de la arquitectura y las técnicas de edificación corresponden a la época, siendo la mayoría de las instalaciones alzadas a partir de ladrillos y adobe.
El recinto se compone de un patio de armas de base cuadrada, rodeado de distintas estancias. La más relevante entre ellas es la Torre del Homenaje, que hoy en día se encuentra en mejor estado de conservación.
Esta torre comprende numerosos matacanes, también, está decorada en la planta baja con pinturas que realzan su estilo medieval. Entre otras estructuras que destacan en el Castillo de Bonilla de la Sierra, se mencionan las caballerizas, y el conocido patio de los conejos.
Años atrás la entrada principal del castillo estaba ubicada al occidente, estando protegida por una torre de base circular. Sin embargo, tiempo después se realizó otra apertura en el extremo suroeste de la fortaleza, y un acceso adicional a la torre.
Por otro lado, se concluye que el castillo presenta una estructura de dimensiones modernas a diferencia de otras educaciones medievales españolas de este tipo.