Castillo de los Olmillos de Sasamón 

Como bien sabréis las antiguas fortificaciones medievales son más versátiles de lo que aparentan. En efecto, desde hace años muchos castillos se remodelaron para albergar hogares, museos y demás. Tal es el caso del Castillo de los Olmillos de Sasamón, un hermoso palacio del siglo XV que, hoy en día, se utiliza como hotel.

En un principio sus instalaciones fueron empleadas por los Cartagena, una de las familias judeoconversas más poderosas de la España medieval. También fue ocupada por otros personajes de alta estirpe de la época, como: los vizcondes de Valoria y los duques de Gor.

Desde siempre gozó de gran prestigio entre las eminencias de la Edad Moderna, no obstante, también sufrió el paso de las guerras. Pese a ello, el castillo de los Olmillos llegó a nuestros días, convirtiéndose en una verdadera joya de arquitectura medieval para las tierras burgalesas.

Historia de Olmillos

El primer documento legítimo que existe sobre la localidad de Olmillos corresponde al siglo XI. Para entonces, esta villa era considerada uno de los lugares de mayor relevancia dentro del Camino de Santiago. Al efecto, esto se mantuvo durante el S.XIII cuando el paso discurrió por la antigua calzada romana de Tarragona y Burdeos hasta Astorga.

En cuanto a eminencias, la primera familia en adquirir relevancia en estas tierras fueron los Cartagena. Según decían, estos adquirieron notoriedad luego de comprar el pueblo a los condes de Castro. No obstante, otros apuntan a que obtuvieron los derechos de las tierras de Olmillos tras ganar una disputa contra la Orden de Calatrava.

Origen del castillo de Olmillos

Una vez establecido su dominio, los Cartagena ordenaron la construcción del Castillo de los Olmillos de Sasamón a la entrada de la villa. En aquel entonces, la fortaleza sirvió de almacén, y también, como punto focal de sometimiento para los pocos pobladores de Olmillos.

A mitad del siglo XV, el edificio ya había adquirido su imagen de palacio señorial, todo por iniciativa del regidor de Burgos, Pedro de Cartagena. Un siglo más tarde, en 1540, se concluyó la construcción de la fortaleza al añadir una torre rectangular empleada como caballeriza.

Pese a la imposición del linaje, éste culminó años después con la unión de Ángela Rodríguez de Mariño y Manuel Franco de Guzmán. A partir de este matrimonio se consolida en el poder de los vizcondes de Valoria, oriundos de Valladolid. Este linaje gobernó en Olmillos durante toda la Edad Moderna, momento que resultó en la prosperidad tanto de la fortaleza como de la villa.

Tiempo después, en pleno siglo XIX, la vizcondesa de Valoria, Jacoba Giráldez, contrajo nupcias con el II duque de Gor, Mauricio Álvarez de Bohorques. Como resultado a dicha unión, los Valoria tuvieron que ceder el señorío del castillo a la Casa Ducal de los Gor.

Este cambio en la historia del Castillo de Olmillos de Sasamón coincidió con los conflictos provocados a raíz de la Guerra de Independencia. Durante este período de disturbios la fortaleza fue afectada por el paso de los franceses que ocuparon las localidades burgalesas más importantes de la época.

El castillo de Olmillos de Sasamón en años posteriores

Conforme arrasaban las guerras, en 1811, por decreto de las Cortes de Cádiz se suprimieron los señoríos, dejando a los duques de Gor sin castillo. Un año después, la fortaleza entró en estado de abandono tras un incendio provocado por los guerrilleros liderados por Santos Padilla y Melchor Cossío.

En 1815, la hermana de Mauricio Álvarez, vizcondesa de Valoria, transfirió todo el patrimonio que le correspondía del antiguo Olmillos. En consecuencia, todas las propiedades fueron adjudicadas a Elisa Arteche Villabaso, incluyendo el castillo. Estando a la sombra de sus nuevos propietarios se efectuó una rehabilitación que devolvió la vitalidad a la desvencijada fortaleza.

El castillo de Olmillos en la actualidad

A finales del siglo XX, en 1989, la familia San José adquirió la fortaleza, salvando su estructura del deterioro progresivo. No obstante, a partir de este creciente interés el castillo se restauró en su totalidad para servir como salón de eventos y ceremonias.

Este proceso de rehabilitación se ejecutó en varias fases. La primera se centró en recuperar la estructura principal, y parte de la fachada oeste, así como los techos, las escaleras y algunas ventanas.

A pesar de tratarse de un edificio de época, durante las restauraciones no se emplearon materiales que fueran acorde al diseño original. Sin embargo, se logró conservar el carácter medieval de la fortificación, además del impacto visual de sus muros de piedra.

En la actualidad, el castillo de Olmillos de Sasamón es una instalación que sirve como complejo de hostelería.

Estilo del Castillo de Olmillos

El Castillo de Olmillos de Sasamón se construyó siguiendo los lineamientos de los palacios señoriales de su época. A través de sus imponentes muros de piedra se percibe el carácter distintivo de un estilo renacentista tardío.

La fortaleza se alza sobre una planta rectangular con torres circulares en cada esquina que se encuentran en perfecto estado de conservación. Estas aún mantienen sus matacanes circulares coronando los cubos adosados a los muros; también se distinguen las típicas saeteras y troneras. En los lienzos labrados en piedra todavía se distinguen blasones ornamentales que recuerdan a la flor de lis del escudo de armas de los Cartagena.

Anteriormente, todas las piedras que constituían la estructura eran de sillarejo, sin embargo, tras las remodelaciones algunos muros fueron reforzados con hormigón.

La parte central está dividida en dos partes iguales por un muro que separa el patio de armas del área señorial del castillo. A su vez, esto se une con la Torre del Homenaje, la cual es la parte mejor conservada del recinto.

De la parte exterior de la fortaleza que no se alteró por las restauraciones sólo quedan algunos restos de las torres meridionales. En cuanto al interior, este ha sido completamente adecuado para su uso hostelero.

Al presente, todo el castillo está rodeado por una barbacana que destaca al Norte por dos cubos prominentes y al sur con torrecillas cuadradas.

Hotel-Restaurante: “Señorío de Olmillos”

Después de las remodelaciones suscitadas entre los años 1988 y 1989 a manos de la familia San José, el Castillo de los Olmillos de Sasamón adquirió notoriedad entre los turistas. No obstante, la labor de su rehabilitación no se detuvo allí.

En 2003, Jusef Nasser Eddin adquirió la fortaleza, quien continuó las obras en torno a su estructura. Dos años más tarde, tras una inversión de casi tres millones de euros, la segunda fase del proyecto de restauración estuvo terminada.

A partir de esta se pudieron habilitar las caballerizas, además de devolver su encanto a los muros y cubos exteriores, entre otros. Finalmente, el castillo-hotel estuvo listo para su inauguración en la primavera del año 2005. 

Desde entonces, funciona como un hotel de cuatro estrellas con 28 habitaciones resguardadas a la imagen de un antiguo castillo del siglo XV. Si queréis conocer más sobre los múltiples servicios que ofrece este suntuoso alojamiento, podréis hacerlo ingresando a su página oficial pinchando en este enlace.