Castillo de San Felices de los gallegos

Siguiendo el recorrido por la frontera salmantina, al oeste se asienta otra fortaleza construida entre los siglos XIII-XIV. Se trata del castillo de San Felices de los Gallegos, un baluarte de excelsa belleza con una imponente Torre del Homenaje.

En este lugar se suscitaron guerras y otros eventos que marcaron la historia de la provincia. Hoy en día, el castillo sigue siendo escenario de numerosos encuentros turísticos, pues fue transformado en aula y exhibición.

De hecho, forma parte de la ruta de Fortificaciones de la frontera hispanoportuguesa, un interesante paseo que comprende variedad de baluartes salmantinos.

¡Vayamos entonces a descubrir las sorpresas tras estos impactantes muros de piedra!

Historia del castillo

El inicio de la villa se remonta al siglo VI, cuando el Obispo de Oporto, D. Félix XI le otorgó su santo nombre al pueblo. De allí la procedencia del “San Felices”. Cinco siglos más tarde, en 1169, Fernando II de León mandó a repoblar la villa con pobladores provenientes de Galicia. A partir de este momento, obtuvo el topónimo “de los Gallegos”.

No obstante, según ciertas escrituras es probable que Ramiro II de León hubiese intentado tomar la localidad durante el siglo X.

Tiempo después se creó el Obispado de Ciudad Rodrigo a manos de Fernando II. Al efecto, la villa de San Felices está bajo el amparo eclesiástico de la Diócesis de Ciudad Rodrigo hasta la actualidad.

En 1296, se suscita un hecho remarcable en la población tras ser apoderada por el rey de Portugal Dionisio I, esposo de Santa Isabel. Posteriormente, al firmar el tratado de Alcañices del año 1297, la villa perteneció a la corona portuguesa.

Gracias a la iniciativa del monarca portugués se construyó el castillo entre finales del siglo XIII y comienzos del siglo XIV. A mediados de la segunda década del mismo siglo el castillo retornó al poder castellano.

El castillo de San Felices de los Gallegos en años posteriores

Transcurrido un tiempo, en 1476, los Reyes Católicos conceden la fortaleza de San Felices al primer duque de Alba, Garcí Álvarez de Toledo. Una vez instalado, el noble colocó el escudo real en las dos torres albarranas que comprendía el recinto amurallado como muestra de lealtad. La iniciativa también condujo a la construcción de la Torre del Homenaje del castillo.

Asimismo, Álvarez logró instaurar un impuesto conocido como el noveno, una carga fiscal que produjo el descontento de los pobladores de la villa. La revuelta resultó en una serie de procesos judiciales que pretendían invalidar el cumplimiento de dicho impuesto. Sin embargo, no consiguieron librarse de este hasta mediados del siglo XIX. Por esta razón, desde 1864 es celebrada la Fiesta del Noveno en conmemoración de la liberación del pueblo.

El castillo de los Gallegos en el presente

Con el pasar de los siglos el castillo siguió perteneciendo a los Duques de Alba hasta la llegada de la Guerra de la Independencia. Durante este avance el castillo fue asediado por los militares. Luego, en 1930, tres señores oriundos de San Felices compraron la villa para aprovechar los materiales y así fabricar las casas del pueblo.

Las dos primeras demoliciones se practicaron en la plaza de armas para la posterior venta de toda la materia prima adquirida. Al finalizar, saquearon el castillo e intentaron demolerlo, sin embargo, desistieron de la idea, dado que derribar el monumento llevaría mucho tiempo y dinero.

En última instancia, aplicaron dinamita a la fortaleza para derribarla, no obstante, debido al grosor de los muros, el estallido no provocó mayores daños. Finalmente, otro señor del pueblo, Ángel de Dios, decidió intervenir en los destrozos y compró el castillo de San Felices con la intención de salvarlo. Para el año 1924, el castillo ya era propiedad de Ángel.

Tres décadas más tarde, dos norteamericanos ofrecen 14 millones de pesetas para desmontar la fortaleza. Su propietario se negó, llegando a un acuerdo con los extranjeros de venderlo por la mitad si estos financiaban su restauración. En última instancia, el acuerdo nunca se pactó y Ángel falleció, dejando el castillo al cuidado de sus hijos.

Actualmente, el castillo es propiedad del pueblo y es visitable gracias a la donación que hizo uno de los hijos del último señor del castillo. Asimismo, la propiedad alberga el Aula Histórica de San Felices. Una de las paradas fundamentales si vais por la Ruta de Fortificaciones de la frontera hispanoportuguesa.

Estilo de castillo

Si hablamos de estilo, el castillo de San Felices de los Gallegos ostenta el aspecto de un castillo palaciego. Su diseño irregular está adaptado al escarpado del terreno, donde aún podréis apreciar los restos de un antiguo foso y una antigua barrera.

Otro elemento visible son las defensas abaluartadas fechadas para el siglo XVIII, construidas para defender el edificio durante la Guerra de la Independencia.

El recinto en sí destaca por su magnífica Torre del Homenaje, la cual es observable desde numerosos puntos de la villa. Esta presenta una distribución en tres plantas que en su interior alberga el Aula Histórica de la villa. Además, se presenta una exposición didáctica sobre las fortificaciones que comprende la línea defensiva de la frontera.

De acuerdo con los visitantes, el ascenso por la torre es lo más asombroso de todo el recorrido. Desde allí podréis contemplar la belleza del municipio y las tierras vecinas que pertenecen a Portugal.

Salas del Castillo de San Felices de los Gallegos

La fortaleza consta de seis salas, la primera de ellas es la recepción donde se encuentra instalada el aula histórica. Aquí también podréis disfrutar de la interpretación de la ruta de fortificaciones junto a una breve introducción a la historia reciente del castillo. Las siguientes salas albergan réplicas de armamento militar de la época, entre otros objetos.

De esta forma, se describen tres áreas diferenciadas en el conjunto: La Cerca Vieja, El Castillo y la Fortificación del siglo XVIII.

Descripción del primer recinto

Se trata de un recinto construido durante el siglo XIV con fábrica de sillarejo y torres cuadradas adosadas. En ella se encierra una plaza de armas de planta ovalada y la muralla que podéis recorrer por un tramo. También posee dos cubos cuadrados relativos a los siglos XII-XIII y unas Torres Albarranas añadidas en pleno siglo XIV.

Descripción del segundo recinto

En cuanto al segundo recinto del castillo de San Felices, en este se conservan las dos barreras artilleras, intramuros y extramuros. Conjuntamente, resguarda la Torre del Homenaje, es decir, la pieza que convirtió al castillo en residencia palaciega.

Su estructura está cubierta por una bóveda apuntada. Por otra parte, la torre del homenaje se divide en tres pisos que presentan un potente envigado. El piso inferior se colocaba sobre la bóveda de sillería un poco más elevada al nivel de la plaza. Debajo de esta bóveda se encontraba el compartimiento que servía de almacén de pólvora a los soldados.

En esta sala se llevan a cabo las explicaciones a los visitantes acerca de la procedencia de las aguas para el aljibe. Esta información es transmitida por medio de un vídeo que narra el proceso de captación de las aguas de la plaza y las murallas.

La última sala era empleada como calabozo, aún posee trozos de las vigas originales del castillo y fotos de la ruta de fortificaciones.

Descripción del tercer recinto

Para finalizar, el tercer recinto del castillo de los Gallegos está formado por una muralla de poca relevancia, construida durante la guerra contra Portugal.

Los cuarteles adosados al interior de dichas murallas podían alojar hasta mil hombres y alguna caballería. No obstante, lo más destacable del entorno son los escudos y las ventanas que se conservan hasta la fecha.

Visita al castillo de San Felices de los Gallegos: Entras y horarios

Si estáis de casería de castillos no podréis perderos la oportunidad de visitar la fortaleza de San Felices de los Gallegos. A continuación, ¡os contaremos el mejor momento para organizar esta aventura!

Horario

Del 1 al 30 de junio — De martes a domingo desde las 10:00 – 13:30 h. (las visitas guiadas se realizan a las 16:30 h. desde el ayuntamiento).
Del 1 de julio al 25 de septiembre — Toda la semana excepto los miércoles desde las 11:30 – 14:00 y 17:00 – 20:00 h.
Durante todo el mes de octubre los horarios serán variables:

Sábados desde las 11:00 – 14:00 y 16:30 – 19:00 h. (las visitas guiadas son a las 11:00 y 16:00 h.

Domingos desde las 11:00 – 14:00 h. (las visitas guiadas se realizan a las 11:00 y 16:00 h.)

Viernes desde las 16:30 – 19:00 h. (las visitas guiadas se hacen a las 11:00 y 16:00 h.)

Horario de invierno (viernes, sábado, domingo y festivos) — Desde las 10:00 – 13:30 h. (las visitas guiadas comienzan a las 16:00 h. desde el ayuntamiento).

Tarifas establecidas