Entre el centenar de fortalezas que podéis encontrar en la provincia soriana, el Castillo de Monteagudo de las Vicarías es uno de los mejor preservados.
Perfectamente adaptado al terreno de la villa que lleva su nombre, este imponente baluarte gótico fue uno de los más relevantes de su época. De hecho, a partir de él se controlaba uno de los tantos pasajes por la frontera entre los reinos de Castilla y Aragón.
Igualmente, fue ocupado por personajes ilustres de la historia española que se disputaron su dominio durante largos siglos. Asimismo, como toda fortaleza renacentista, sufrió varios cambios en su estructura a manos de sus dueños; principalmente del reconocido linaje de los Mendoza.
Aunque se creó como un enclave estratégico, los conflictos fronterizos no lograron derribar sus imponentes muros de piedra. En realidad, el castillo consiguió llegar al presente en condiciones aceptables, transformándose así en una de las joyas arquitectónicas de su localidad.
Lo mejor del caso, es que esta fortaleza es visitable en cualquier época del año. Por lo tanto, si sois aficionados a las nuevas aventuras, debéis apuntar el castillo Monteagudo de las Vicarías en vuestra próxima cacería de castillos sorianos.
Historia del Castillo de Monteagudo de las Vicarías en Soria
A finales del período de reconquista, la antigua villa de Monteagudo tuvo especial protagonismo en el control fronterizo entre Castilla y Aragón. En aquel entonces, los señores de la vecindad incluso disfrutaban de privilegios llamados vicarías, debido al papel que jugaban en torno a las disputas.
A mediados del siglo XII, en 1168, el concejo de Soria procuró apoderarse de la villa, mas, el rey se antepuso a esta acción. Así, pese a ser de jurisdicción real, la gobernanza de la villa no correspondía a la casa nobiliaria, sino a un vicario. Por ello, el territorio acabó por acoger el término vicarias como apellido de su nombre original.
A raíz de los enfrentamientos, la villa es fortificada, sin embargo, el castillo que vemos hoy fue construido por Juan Hurtado de Mendoza. Este acontecimiento tuvo lugar a principios del siglo XV, momento en que los Mendoza se establecieron en el territorio consolidado de Monteagudo.
En 1475, tanto la villa como el fuerte pasan a manos del sucesor y nieto de Juan, Pedro Mendoza; nombrado conde de la localidad. Al finalizar el siglo, el linaje continuó la edificación de la villa, iniciando una construcción parroquial de estilo gótico.
Tiempo antes, en 1358, Pedro I y Enrique de Trastámara ya habrían tenido participación en la localidad de Monteagudo durante la guerra civil. Posteriormente, al morir el rey a manos de su hermano bastardo, este último concedió la villa y otras siete a un caballero de origen francés.
Se sabe que el beneficiario fue el condestable y militar, Beltrán de Duguesclin, quien recibió el pago por prestar ayuda en la “Traición de Montiel”.
El castillo de Monteagudo de las Vicarías en tiempos modernos
Después de una intensa época bélica, finalizando el siglo XX, la fortaleza de Monteagudo de las Vicarías fue intervenida para su conservación. Asimismo, un siglo más tarde, se iniciaron otra serie de restauraciones en función de preservar las almenas y otros detalles de la fachada. También se hicieron trabajos en la galería porticada que data del siglo XVI.
Hoy en día, todavía al visitar la fortaleza podréis apreciar el emblema heráldico de los antiguos señores de Almazán y Monteagudo, los Hurtado de Mendoza.
Arquitectura del Castillo
Al tratarse de un edificio militar del siglo XV, es común encontrar elementos característicos alusivos a la corriente gótica de la época. No obstante, al interior de la fortaleza se encuentra un patio renacentista de base rectangular que corresponde al siglo XVI. Este patio también posee una doble galería con decoración en yesería ornamental en la parte superior.
En cuanto a las torres del castillo de Monteagudo de Vicarías, estas difieren de su tipología, pues algunas son circulares y rectangulares. Igualmente, la fortaleza posee un cubo adicional, la Torre del Homenaje, de planta octogonal cuyo interior es peculiar, dado que traza una forma hexagonal.
Dicha torre está dotada de un atalaje señorial de la época, como: ventanas en ajimez, naves amplias y saeteras rasgadas en sus muros de mampostería. Por otro lado, el remate de esta se hace a través de una terraza voladiza acabada con almenas, igual al del resto de los lienzos.
Para acceder al recinto se puede entrar por una puerta que da a la plaza de la villa. La puerta principal está protegida por matacanes que siguen la línea de la fachada. En uno de los lienzos también se halla un pasadizo que comunica el castillo con la iglesia contigua.
Una de las características más destacables de la fortaleza, son los grandes ventanales que decoran sus imponentes muros.
En sí, todo el recinto se mantiene en buen estado de conservación, incluso la forma primitiva de sus arcos tiene un aspecto bastante prolijo.
Visitar al Castillo de Monteagudo de las Vicarías
Si queréis visitar el Castillo de Monteagudo de las Vicarías, podréis hacerlo en los horarios que os mostramos a continuación:
- Horario
De martes a Domingo: 11:00 – 14:00 h.
De miércoles a sábado: 11:00 – 14:00 h. y 17:00 – 19:00 h.
Para conseguir más información sobre posibles cambios de horarios y tarifas establecidas debéis contactar el Ayuntamiento de la localidad mediante el teléfono:
- Telf.: 975 325 001 (Ayuntamiento de Monteagudo de las Vicarías)
Nota: la entrada hasta la fecha es de carácter libre para todos los visitantes.