La provincia de Soria alberga variedad de baluartes correspondientes a distintas tipologías y vertientes constructivas de la época medieval. En esta oportunidad, os hablaremos de la fortaleza califal de Gormaz, la más grande de su tipo de todo el occidente del continente europeo.
Se erigió en torno a los siglos IX-XI sobre un castro anterior con el propósito de aumentar la defensa por el paso de Gormaz.
Gracias a su enclave estratégico gozó de especial interés por parte de las tropas musulmanas y cristianas, quienes se disputaron su dominio durante siglos. Su situación también era codiciada debido a su cercanía con el río y la proximidad con las tierras del extremo norte del Duero.
Desde su creación el aspecto sólido de sus muros confirió un grado de seguridad para las tropas y eminencias que allí habitaron. Todavía al presente los detalles que se aprecian en su estructura dan de qué hablar a sus visitantes, quienes se deleitan con sus vistas panorámicas.
¿Os apetece conocer a fondo las características de esta inmensa fortaleza califal soriana?, entonces, acompáñanos a revivir su historia a través de este post.
Historia de la fortaleza califal
Desde siempre, el montículo donde hoy se asienta la Fortaleza califal de Gormaz despertó el interés de las poblaciones, dada su situación natural para con el territorio. De hecho, en la antigüedad, antes de que existiera el castillo entre los escarpes de la colina, el lugar ya era ocupado por pueblos celtíberos.
Su relevancia perduró en años posteriores tal como se ve reflejado en las crónicas musulmanas y cristianas fechadas entre los siglos IX-XI. En estas es fácil apreciar cuán importante era el paso por esta plaza donde se suscitaron incontables batallas contra el régimen islámico.
En torno al siglo IX ya existía un castillo modesto ubicado al noroeste de la localidad. No obstante, es durante este mismo período que el General de Abderramán III, Galib, ordena la construcción de la fortaleza califal. La iniciativa surgió con el propósito de consolidar la entonces denominada Marca Media, es decir, la frontera entre los futuros reinos cristianos.
Igualmente, en este lugar también era organizada parte de la base del poder militar musulmán, que trabajaba acorde a los asuntos políticos de Medinaceli. En concreto, aunque primitiva la fortaleza era un potente arranque para el estado de los emires y califas omeyas de Córdoba.
En el 975, celebrando su alianza con Sancho de Pamplona y Ramiro III, el conde García Fernández desata una guerra contra leoneses, castellanos y navarros. Sin embargo, tan pronto inicia el enfrentamiento es derrotado y humillado por las tropas del ejército de rescate liderado por Galib.
Tres años después consiguió la victoria, manteniéndose en el poder hasta el año 983, cuando la villa fue asediada por Almanzor. Es así como el canciller logró emprender otra de sus campañas tras quedar como alcalde del lugar.
La fortaleza califal de Gormaz en años posteriores
Luego de la conquista cristiana ocurrida en 1060 a manos del monarca Fernando I de León, la fortaleza fue atendida por distintos propietarios. No obstante, el personaje más destacado fue Rodrigo Díaz de Vivar, mejor conocido como “El Cid”, quien obtuvo el cargo de alcaide en 1087.
Pese a verse envuelta en un ajetreado período de sucesiones, conforme avanzaban los reinos cristianos la fortaleza califal de Gormaz fue perdiendo su importancia estratégica. Sin embargo, en el siglo XIV con el surgimiento de nuevas guerras, Pedro I decidió realizar algunas obras de reparación y restauración al castillo.
Finalmente, con la llegada del siglo XV, en pleno mandato de los Reyes Católicos, la fortaleza fue empleada como cárcel provisional.
Luego, en el siglo XX, tras reconocerse su grandeza e importante participación en la historia todo el conjunto se declaró Monumento Nacional. Durante esta centuria, también queda bajo el resguardo del Ayuntamiento de Gormaz; sus propietarios actuales.
A pesar de esto, la fortaleza califal de Gormaz pasa a formar parte de la Lista Roja del Patrimonio. Esto ocurrió debido a un desigual estado de conservación entre las dependencias que conforman las ruinas del recinto.
A ello también se le suma el resultado desprolijo de años de restauraciones realizadas en sus muros y elementos defensivos. Sin mencionar la granja porcina alojada a los pies de la fortaleza que genera un impacto negativo al paisajismo de todo el circuito.
Arquitectura de la fortaleza de Gormaz
En términos de arquitectura, la fortaleza califal de Gormaz se identifica como un edificio con rasgos árabes y cristianos correspondientes a distintas etapas constructivas.
Presenta una forma irregular que se extiende con un frente de 446 metros de longitud, que se adapta al enclave de la colina. El recinto está orientado en sentido este-oeste, con un ancho máximo de 63 metros que recorre los extremos norte-sur. La parte más angosta del recinto mide 17 metros de anchura.
Tal como ocurre con otras fortalezas de este tipo, las dependencias de esta se construyeron a partir de sillares a soga. Pese a ello, la parte superior se construyó usando mampostería.
Las murallas que cierran el perímetro están reforzadas con 27 cubos; al presente casi todas se mantienen prácticamente intactas. Estas sobresalen ligeramente respecto a la altura de los lienzos, detalle que podréis apreciar en todas las fortalezas islámicas asentadas en la Península.
Cabe destacar que en varias partes de la fortaleza califal de Gormaz aún se encuentran evidencias de una fortaleza anterior. Se piensa que esta pudo tener dimensiones y un trazado similar, debido a la disposición de sus ruinas.
El acceso principal se hace mediante el lienzo sur, pues en este extremo la pendiente de la ladera es suave y el soleamiento es mayor. La construcción de la entrada se realizó en piedra labrada sin refinamiento alguno, destacando gruesas juntas rellenas con mortero de cal.
El arco exterior de la puerta posee un trazado en herradura típico de las fortalezas califales; símbolo inequívoco de adscripción cultural.
Desde hace unos años se pensaba que la fortaleza contaba con dos puertas, no obstante, actualmente se acepta la existencia de una tercera. También hay presencia de dos poternas abiertas en dirección norte; una frente al acceso y otra alojada dentro del alcázar.
El alcázar
El alcázar se encuentra tras la separación de un antiguo foso que hoy en día se halla cubierto. En esta parte del conjunto se sitúa la Torre de Almanzor fechada para el siglo X, la sala de armas y la Torre del Homenaje. A la par, esta última presenta un aparejo y ménsulas califales que fueron reutilizadas durante la época.
En cuanto a la Torre de Almanzor, ésta constituye el único reducto defensivo restante en el castillo que fue lugar para alojamiento del gobierno militar. También albergó personajes notables que cumplían con funciones administrativas en el territorio.
Esta es el área donde podréis apreciar mejor la transición entre los períodos de dominio árabe y la esencia de la influencia castellana.
La fortaleza califal de Gormaz Dispone además de un gran aljibe que sirvió para dotar de agua al resto de las dependencias. En el lienzo norte se halla una poterna destinada a las salidas discretas; este se reforzó para imitar el imponente carácter del lugar.
También existen vestigios de muros que conectan con el lado norte junto a la torre, los cuales sugieren que, anteriormente, pudo existir un palacio califal. Ahora, la explanada central de la fortaleza califal sirvió para albergar tropas, cocinas, almacenes.
De regreso a los muros, todavía se conserva el camino de la ronda que en el pasado se empleó para vigilar los alrededores. En la actualidad, podéis acceder a este mediante las escaleras para recorrer la fortaleza desde el punto más alto y admirar un panorama increíble.
Detrás de la puerta principal aún se conserva un espacio que permitía a los defensores de la fortaleza hostigar a quienes se acercaban a esta. Este antiguo dispositivo se conoce por el nombre de Buhera o Buhedera; se utilizó en la arquitectura militar cristiana y musulmana de la época.
La Torre del Homenaje
Esta se modificó en el siglo XIV, momento en que adquirió el estilo mudéjar que podéis apreciar el día de hoy. En el pasado, esta parte del edificio sirvió de residencia señorial para el alcaide y los señores de la fortaleza.
En uno de los extremos de la torre se sitúa una puerta, colocada para dificultar el acceso al alcázar en caso de un posible ataque. También se distingue una especie de portillo cercano dispuesto a modo de vía de escape alternativa.
Así como el resto de la Fortaleza califal de Gormaz esta torre está protegida por un muro transversal seguido del foso. En la parte superior conserva tres ménsulas dobles que destacan la corriente artística de su arquitectura islámica. A su vez presentan un remate en modillones de rollos, que sustenta una ladronera empleada como defensa adicional para la puerta.
La Torre del Homenaje de la fortaleza califal de Gormaz está dividida en tres plantas, además de una terraza superior. Conjuntamente, por el frente presenta una conexión con la Torre de Almanzor, esta se asemeja a una galería que discurre al interior de la muralla.
¿Quién construyó el castillo de Gormaz?
El Castillo de Gormaz fue construido por los musulmanes durante el siglo IX, durante la época de dominio islámico en la península ibérica. Su construcción se atribuye principalmente al emir de Córdoba, Muhammad I, como parte de la defensa estratégica de la zona.
¿Cuál es el castillo más grande de España?
El Castillo de Gormaz es considerado el castillo más grande de España en términos de su extensión y tamaño. Con una longitud de murallas que alcanza los casi 1.200 metros y una superficie de alrededor de 10 hectáreas, este imponente castillo es una obra maestra de la arquitectura militar medieval.
¿Cuánto mide el castillo de Gormaz?
El Castillo de Gormaz cuenta con una longitud de murallas que alcanza aproximadamente los 1.200 metros, convirtiéndolo en uno de los castillos más extensos de Europa y el más grande de España en términos de tamaño.
¿Qué significa Gormaz?
El nombre «Gormaz» tiene su origen en la época de dominio islámico en la península ibérica. Se cree que deriva del término árabe «Gurmus«, que significa «fuente» o «manantial», haciendo referencia a la abundancia de agua en la zona durante esa época. El castillo de Gormaz, ubicado en la provincia de Soria, es un testimonio vivo de la rica historia y cultura de la región.