Desde una colina entre los valles de Riolobos y Chico se asoma un antiguo recinto amurallado con cientos de historias por contar. Se trata del Castillo de Ucero, también conocido como la fortaleza templaria de Ucero.
Este castillo es un ejemplar representativo de la arquitectura medieval que incorpora perfectamente la naturaleza para realzar su carácter imponente.
Fue construido entre los siglos XIII-XVII y desde entonces sirvió a la iglesia católica como residencia señorial a incontables obispos. También estuvo relacionado a la Orden de Temple, siendo disputado por distintos conventos que lideraban el régimen cristiano del territorio cercano.
A pesar de estar en ruinas, hoy en día todavía podréis visitar el castillo de Ucero y su esbelta Torre del Homenaje. Asimismo, el recorrido hasta este es una experiencia que no os podréis perder en vuestra próxima visita a Soria.
Ahora bien, si os apetece conocer más sobre la historia del Castillo de Ucero y sus leyendas, seguid leyendo este asombroso post.
Historia del Castillo
El lugar donde se asientan los restos del castillo templario de Ucero anteriormente estuvo ocupado por un primer castro de origen celtíbero. Asimismo, algunos historiadores piensan que su construcción tuvo lugar durante la confrontación civil ocurrida a la muerte de Alfonso VI de León, en 1072.
No obstante, el lugar fue nombrado por primera vez en un documento del siglo XII. En aquel entonces, el emperador Alfonso VII de León dispuso la villa de Sotos de Suso entre Oxuma y Ucero.
Desde antes de construirse la fortaleza, la zona disfrutaba de un fuerte vínculo con el orden de los caballeros templarios. Esto se debe a que el convento el antiguo convento de San Juan de Otero estuvo ubicado cerca de la ermita templaria de San Bartolomé.
Todos estos datos están respaldados por un documento de 1170 donde se remarca un disputa entre la Orden del Temple y la de Calatrava.
En 1212 el castillo de Ucero conoce a su primer señor, Juan González de Ucero, quien participó en la batalla de las Navas de Tolosa. Para entonces, ya existía un asentamiento templario nacido durante los tiempos de Alfonso I de Aragón.
El Castillo de Ucero en años posteriores
Tras la muerte de Juan, el castillo pasó a las manos de su esposa, María de Meneses. Más tarde la viuda lo entregó a su hija, Violante de Castilla, cuyo padre fue el rey Sancho IV de Castilla.
Según un documento emitido en el siglo XIV, ocurrió un pleito entre Violante Sánchez y el entonces obispo de Osma, Juan Pérez de Ascarón. El acontecimiento vino a manos del papa Juan XXII para disputar el señorío de Ucero que, hasta el momento, pertenecía legalmente a la mujer.
No obstante, el conflicto perduró y el señorío fue retenido bajo la alegación de que el primer obispo de Osma había adquirido este en 1302. La supuesta adquisición también incluía otras propiedades que se ven reflejadas en el tomo II de las Memorias de Fernando IV de Castilla.
Durante este tiempo el castillo fue utilizado por el obispado de forma dispareja. El castillo entonces pasó de ser una mansión palaciega y residencia de los obispos, a una cárcel común para el clérigo.
Pese a todo malentendido, Violante continuó considerándose propietaria tanto de la villa como de la fortaleza de Ucero. Es así como en 1327 decide donarlo a la Orden de Santiago junto con el resto de sus pertenencias.
Con la llegada del siglo XVI, el castillo de Ucero sufre una reconstrucción liderada por el obispo Pedro de Montoya. Un siglo más tarde, el Honorato Juan coloca su propio escudo de armas a la altura de la entrada principal.
Hasta el año 1966 la fortaleza estuvo al amparo de la iglesia católica. Asimismo, en una de las dependencias del castillo se celebró un importante acuerdo entre el Estado español y la iglesia. Como resultado, se incorporó el Castillo de Ucero al Patrimonio Nacional de Soria.
Leyenda del Castillo Ucero
Cuenta la leyenda que hace muchos años atrás, no se sabe cuántos en realidad, las tres hijas del último señor de Ucero vivían en tranquilidad. Las tres muchachas gozaban de experticia en todas las artes relativas a la feminidad.
Pese a sus conocimientos, las susodichas eran seducidas por un misterio que las llamaba día y noche a lo alto de una roca. Las tres solían acercarse al lugar por las tardes, justo al debilitarse el eco de la última campanada que tocaba la ermita.
La expedición rutinaria cambió un día común en pleno solsticio de verano, momento en que el lugar y la roca se descubrieron mágicos.
Sucedió justo después de disiparse el eco de la última campanada; un murmullo lejano empezó a retumbar. Era un conjunto de voces graves y lejanas que las muchachas, tan pronto escucharon, intentaron imitarlo.
Con el cese de la melodía las chicas guardaron silencio mientras compartían miradas ansiosas. Aquella vivencia la habían sentido como algo ajeno a la realidad, una fantasía, un sueño celestial.
De pronto, una llovizna veraniega comenzó a caer, advirtiendo el diluvio que iban a verter las espesas nubes negras sobre sus cabezas.
Estremecidas por los acontecimientos salieron de aquel estupor que atenuó sus espíritus y corrieron, descendiendo de la roca. Así fue como, en busca de refugio, alcanzaron el recinto de los Templarios, cuya puerta cedió entre chirridos.
Tras abrirse la puerta, los cabellos de las tres se erizaron ante el horror de la espeluznante escena que les recibió. Esa fue la causa de que las tres hermanas perdieran para siempre el juicio y la razón.
Es así como concluye la curiosa leyenda del Castillo de Ucero. No obstante, algunas personas dicen que durante el solsticio de verano todavía pueden escucharse los cánticos en lo alto de la roca.
Estructura del castillo
A grandes rasgos, el Castillo de Ucero se describe como un castillo señorial. Además de servir como residencia, sus muros fueron diseñados y construidos para resistir los ataques con artillería.
En el pasado estuvo constituido por un triple recinto amurallado; la muralla externa desprovista de torres sólo disponía de un foso como elemento defensivo.
El acceso a la fortaleza de Ucero se realiza a través de una serie de rampas con puente levadizo. En el lienzo sur la defensa está reforzada con un muro adicional junto al cual se construyó una ermita.
Hacia el interior del recinto podréis hallar otra barrera situada en el extremo este y los restos de un aljibe; actualmente está cubierto con lajas. Conjuntamente, se conservan algunos de los muros que formaban otras dependencias domésticas.
La Torre del Homenaje del castillo todavía se halla en un buen estado. Esta presenta esquinas reforzadas con sillería y remates por las hileras de las ménsulas que soportan su almenado. También posee una ventana ojival, cuya moldura está decorada con dos gárgolas asimétricas.
Dentro de la bóveda de la torre podréis encontrar restos de pinturas, no obstante, en la clave se encuentra la pieza principal. Se trata de una representación del agnus dei (cordero de Dios) perteneciente a la antigua simbología templaria.
En cuanto a las gárgolas, una de ellas presenta un ornamento de tres figuras, mientras que la otra parece estar sujetando un objeto. Sobre esta última reposa la estatua de un águila que toma entre sus garras una serpiente.
Senda del castillo de Ucero
Si queréis explorar este castillo os contamos que la mejor forma de hacerlo es a través de la Senda del Castillo de Ucero. Esta es una ruta de fácil circulación que guía a los turistas en torno al margen del río Ucero. Por medio de esta tendréis la oportunidad de descubrir la belleza del ecosistema y las riquezas culturales de este espacio enmarcado en años de historia.
El recorrido inicial se hace a partir de la localidad de Ucero, igualmente, una vez allí podréis tomar varias rutas para visitar distintos lugares.
Siguiendo el sendero podéis llegar hasta la fortaleza templaria de Ucero. Posteriormente, debéis atravesar un canal romano que abastecía de agua a la ciudad de Uxama; no olvidéis llevar vuestra linterna. No obstante, si no sois fanáticos de las excursiones de este estilo, podéis hacer este recorrido siguiendo la carretera.
El resto del sendero carece de pendientes pronunciadas, por tanto, resulta apto para todo tipo de personas. Sin embargo, debéis tener cuidado al caminar cada tramo dado los posibles escarpes y las secciones que están sobre la carretera.
Recordad que tanto el recorrido como las visitas al castillo de Ucero son gratuitas y debéis hacerlas siguiendo las señales en el camino.
Curiosidades
El nombre de este monumento en los últimos años también se ha utilizado con otros propósitos, a continuación, os mencionamos algunos:
- Vino castillo de Ucero, es así como nombraron el producto de una importante bodega de vinos localizada en la ribera del Duero.
- Castillo de Ucero SL es también el nombre de una empresa de Zaragoza creada para la compraventa de terrenos, solares, edificios, entre otras propiedades.